Dentro de la habitacion solo se escuchaba el tráfico de la ciudad, los autos pasar y las respiraciones. Ellos solo pensaban en una cosa en el cuarto de hotel. Habían bebido mucho. Los tragos abajo en el bar iban y venían. Ahora en la habitación después de casi un año de relación Ivanna por fin había decidido entregárse. Le gustaba en serio, sentía que lo quería. Y había estado sólo con un hombre en sus veinticuatro años. Así que «¿Porqué no?»
Se besaban, se tocaban, se desnudaban. Ivanna comienza a besarle la barbilla, el cuello, el pecho. Jorge a punto de quitarle el sujetador. Ella siente un leve pero profundo olor, perfume de mujer. Una incertidumbre la recorre. Se tensa de inmediato. Se detiene enseguida. Se levanta de la cama mientras que la mirada de Jorge muestra todo lo confundido que está.
Recoge la camisa en una esquina de la habitación, la revisa y ¡bam!
¡Mujer a la vista!
-¿Cómo pudiste? - Su voz sale más triste de lo que pensó. Hace años paso por lo mismo y ahora estó. «La suerte no está de mi lado» -Se dijo. -¡¿Me iba a entregar a ti, entiendes eso?!-Grito perdiendo el control.
Jorge se levantó de la cama. -Calmate Ivanna. No es lo que tu piensas. -Le dijo acercandose con las manos en forma de rendición.
-¡Jodete! Te conte todo. ¡TODO! -Dicho eso comenzó vestirse.
Jorge rió sin gracia alguna.
-Ahora si. Cuando hace menos de cinco minutos gemias en mis brazos. -Ivanna se volvió a tensar.
Sentía las lagrimas querer salir. Habían tomado lo suficiente cómo para ponerse peor.-¿No piensas que estaba fingiendo? - Se acerco a la puerta y tomó el pomo. -No sirves en nada. -Dicho esto salió como alma que lleva el diablo de allí, dejando a un Jorge con una completa mirada en total rojo.
Al salir del hotel Ivanna había caminado hasta llegar a un parqué cerca del lugar. El vestido que cargaba y los zapatos no ayudaban en lo absoluto. Sentía el rostro completamente mojado y lo más seguro manchado por el maquillaje corrido.
-Debi haberme imaginado que lo hacía. -Sollozo recordando todo lo que paso junto a Jorge-Ex-. Sintiendo como le subian las lágrimas por la garganta nuevamente, mientras se tocaba el pecho. No pensó que le dolería tanto. Millones de veces Jorge se había mostrado indiferente y ella no le tomaba importancia o más bien simplemente se hacia creer que nada pasaba. Un ruido en su estómago le recordó que no había comido nada. Se quito los zapatos y con ellos en mano comenzó a caminar a unos de los nuevos restaurantes cercanos de allí.
Tras caminar descalza y atorarse de miradas raras hacia ella decidió entrar a un restaurant italiano. Con su vista al entrar vislumbró un bronceado espectacular colocandose un delantal. Se regaño por mirar y decidió sentarse. Con los ojos fijos en la mesa y pérdida en sus pensamientos siente un movimiento a su lado por lo que levanta la vista y ve una taza de café, al seguir subiendo queda sorprendida al ver ante ella semejante hombre con una profunda mirada puesta en ella.-¿Puedes aceptarla? -Su voz le erizó el cuerpo por completo. Tomó la taza y vio su contenido graciosa.
-¿Café con leche? ¿No crees que cómo estoy es mejor negro?
El bronceado perfecto se acerca y susurra en su oido: -Con leche es mejor. Apunto de retirarse, volteó. -Por cierto, va por la casa. Y se fué, perdiendose entre las mesas y una puerta del fondo. Dejando a Ivanna con una extraña excitación a pesar del agotamiento que sentía.
~*~.
Una provadita de lo que aspiro llevar a cabo:$.
Si les gusto, espero sus votos y comentarios please!!!!
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Sólo con leche
RomanceSinopsis: Dominic Labriola es un ingenioso italiano. Guapo, alto y con un cuerpo de infarto. Apasionado en los negocios, la comida y el sexo. Con un pasado doloroso y un error irreversible en su vida, con un genio un tanto serio, que en el fondo n...