Adam, ¡no soy de las tuyas!
¿Sabes qué se considera acoso si me vas persiguiendo hasta la puerta de mi casa?
Odio tu estúpida sonrisa.
Si te hubieses quedado cinco minutos más en mi jardín tenía pensado llamar a la policía.
No entiendo porqué has hecho eso.
Si es por molestarme, lo has conseguido.
Pero esta te la devuelvo.