Adam, no soy de las tuyas.
No quiero que te metas en mi vida.
¿Quién te crees?
Si vuelves a venir a mi casa a las 3 de la mañana te mataré.
Tienes suerte de que mi madre no se haya despertado.
Me da igual que no puedas dormir.
No es mi problema.
Tienes a mil chicas que te esperan a esa hora de la mañana.
Adam, eres muy difícil de entender.