Prologo.

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Me sentia sola, usada,  triste y decepcionada. Pensé que funcionaria, creí..., yo solo...,  tenia un poco de esperanza, de que, funcionaria. Pero aquí estoy, sola en mi habitación, sin peter-"eres una estupida˝- me repetia una y otra vez en voz alta.

Sabia que me utilizaria como siempre lo hace pero yo caí, caí con su mirada, su pelo más negro que la noche, con sus ojos verdes tan oscuros pero a la misma vez brillantes, pero, lo que más me hizo caer en su juego fueron su labios, esos labios que me enloquezen hasta perder la cordura, que fueron mi  sueño desde que los ví por mi primera vez y que me provocaron para pecar, pecar con un hombre que jamás me amo como tanto me habia hecho creer.

- «helena, te juro por lo más preciado, que no es lo que tu crees»-recuerdo, cada palabra que me habia dicho, después de encontrarlo con susan en su propia habitación.

No me acuerdo de mucho, pero sí de que golpié a susan como nunca antes lo habia hecho con nadie en mi sano juicio.

Ese dia le contaria la desgradable noticia de que, habia perdido a mi hijo,  nuestro hijo. Me coloque a llorar con todas mis fuerzas sin importarme nada.

Desde ese entonces me prometí, que, jamás le hablaria, ni lo miraria o deseria a ese hombre. Peter,  mi peter.

Y así sin más, comenze a llorar por quinta vez, en este desgraciado dia, el mismo dia en que lo encontre con ella, ha de saber dios que cosas hicieron antes de que llegara y los pillara, el mismo dia en que el doctor me dio por muerto al hijo que esperaba de él. Sola y amargada es poco decir,  pero eso si,  me vengaria, me vengaria de todo lo que me hizo pasar.

-"¡Preparate peter!˝- me repetia, solo preparate.

Desgraciado amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora