La lluvia golpea el suelo creando una hermosa melodía, el viento golpea con fuerza las ventanas y me relaja, camino de un lado a otro con una taza de café en mis manos pensando en todo y nada a la vez.
Las horas pasan y sigo igual que antes, el reloj marca 3:33 de la madrugada, el café sigue en mis manos pero ahora esta frío, la lluvia cae aún pero más fuerte y el viento se calmó.
Mis ojos se dijiren hacia la ventana y me asomó, un suspiro brota de mi garganta y a lo lejos puedo ver una sombra pequeña corriendo para cubrirse del frío de la noche y de la lluvia, algo se despierta en mi y no puedo dejarlo pasar ya... ¿quien en su sano juicio estaria a esta altura de la noche en la calle sola?... una sonrisa se posa en mis labios y se lo que va a suceder a continuacion; no estaba en mis planes esta noche hacerlo, pero el destino me tento una vez más y las ansias de sentir la sangre caliente recorriendo mi cuerpo puede más que cualquier pensamiento coherente; tomó mis llaves y mi bolsa de cacería y me refugio en la negrura de la noche tarareando una bonita melodía desconocida para mi pero hermosa en fin... hoy llevaré a cabo mi asesinato número 100.