Veintidos

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He dejado mi cuaderno en el pupitre.

Lo leíste.

Quiero llorar.

No lloro muy seguido pero ahora quiero hacerlo.

O morir.

Entré corriendo a la clase para saber si lo había dejado ahí.

Levantaste la cabeza, confuso y me miraste.

-Puedo explicarlo, de verdad que quiero hacerlo.

Simplemente me miraste por un rato hasta que te levantaste y me lo entregaste.

Se me llenaron los ojos de lágrimas. Sabía que no ibas a querer saber más de mí. Capaz pensabas que estaba loca.

Te ibas hacía la puerta cuando dijiste: "a la mierda". Diste vuelva y me besaste.

Dios me besaste. Y besas malditamente bien. Sí que lo haces.

Fue como los besos que tanto quise, por tanto tiempo. Estaba viviendo eso.

Te separaste de mí y dijiste: "creo que también me gustas".

En ese momento me sentí morir, morir de verdad.

Atentamente: la que está más enamorada que nunca.



Atentamente: la que está enamorada de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora