De Verdad Te Quiero (Jungkook)

Capítulo 1

No podía dejar de mirarlo, no era que no quisiera sino que no podía. Su sonrisa era la mas hermosa, lastimosamente esa sonrisa no era para mí.

Me llamo Estef y estoy enamorada de un guapísimo idiota que se que nunca me hará caso. Su nombre es Jeon Jungkook, asistimos a la misma universidad, solo que el es un año mas grande que yo.

Cómo se que nunca me hará caso? Simple, no soy súper hermosa como sus amigas. La verdad es que nunca me he atrevido a hablarle por miedo al rechazo, el parece ser de las personas superficiales que solo te juzgan por como te veas.

-Tomale una foto te durará mas tiempo- me dijo mi mejor amigo Jimin. Estábamos almorzando en la cafetería.
-No molestes- le dije quitando mi mirada de Jungkook.
-Pienso que deberías hablarle- me dijo metiéndose un nugget a la boca.
- Nunca me haría caso, no esta a mi alcance- me encogí de hombros.
- Como lo sabes?- me dijo molesto - ni siquiera intentas tratarlo, capaz que hasta le llegas a gustar - dijo levantando una ceja.
- Ya quisiera yo. - me reí - Y si le hablas tú? Están en clases juntos, Hablale por mi, si?- hice puchero. Jimin es un año mayor que yo, nos conocimos en la secundaria y desde entonces hemos estado juntos.
- Esta bien, tu ganas - me dijo riéndose.
- Me tengo que ir a clases - le dije levantándome - Nos vemos a la salida.

Entre a clase de Química. No era muy buena en clases, no tenia las mejores notas pero no me iba mal. Después de dos horas super aburridas terminó la clase, salí por el estacionamiento para que Jimin me llevé a casa. No encontraba a Jimin hasta que voltié un poco y lo encontré recargado en su auto hablando con Jungkook.
Entre en pánico, de verdad, el corazón se me acelero, no sabía si irme corriendo de ahí o acercarme. Demasiado tarde. Jimin me vió e hizo una seña para que me acercara. Le negué con la cabeza pero aun así seguía diciéndome que me acercara. Cuando ya estaba a un lado de él y de Jungkook sentía que ni podía hablar.

- Hola - me dijo Jungkook sonriendo. Esa sonrisa tan hermosa que puede matar a cualquiera.
- Hola - dije de milagro sin tartamudear. Cuando estoy nerviosa no puedo evitarlo. Jimin me rodeo por los hombros con su brazo para acercarme a él.

- Mira Jungkook ella es Estef, mi mejor amiga. Estef, él es Jungkook.
- ooh - lo dije sarcásticamente, por supuesto que yo ya sabia quien era.
- Bueno chicos, tengo que irme - dijo viendo su teléfono - nos vemos luego. - se despidió de Jimin y luego de mi depositando un beso en mi mejilla. No se lo devolví, estaba embobada oliendo su perfume, olía tan rico. Después de eso, se fue y Jimin me abrió la puerta de su auto. Para luego subir él.

- No lo puedo creer - dije tapándole la cara con las manos.
- De nada - me dijo sarcástico.
-Callate, que vergüenza - dije negando con la cabeza - parecía una tonta.
-Demasiado - se río a carcajadas - estabas temblando, creí que te ibas a desmayar - me dijo aun riéndose
- Idiota, aun así te lo agradeceré toda la vida - jamas iba a olvidar su sonrisa de cercas, y esos ojos hacen parecer que las estrellas no brillan.

Llegamos a mi casa, Jimin como según él es un caballero siempre me abre y cierra la puerta aunque yo me niegue.

- YA LLEGUE - grité.
- COMO TE FUE? - grito mi mamá desde la cocina.
Jimin salió disparado a la cocina para saludar a mi mamá. Mi mamá ama a Jimin, lo considera como un hijo.
- Bien, súper aburrido como siempre - le dije mientras sacaba una caja de jugo de la nevera y me sentaba sobre el desayunador.
- Y a ti Jimin? - le dijo mi mamá.
- Bien, hoy fueron las pruebas de fútbol americano, espero quedar.- se sentó en una silla del desayunador.
- Ya verás que si Jimin - le dijo mi mamá pellizcando su mejilla.
- Gracias. Y tu hija - me señalo - me debe una. - lo mire mal.
- Ahora que hiciste por ella? - Jimin me hacia muchos favores, por eso el "Ahora".
- Nada especial - me dijo subiendo y bajando las cejas. - hice que el "amor de la vida de Estef" le hablara. - en cuanto terminó le dí un golpe en el hombro.
- Idiota - dije en un susurro.
- Vaya!- Dijo mi mamá fascinada - a ver cuando lo traes a la casa.
- No es para tanto, solo nos dijimos "Hola" y ya! No es como que ya nos vayamos a casar mamá!- le dije.

Estuvimos un rato platicando acerca de la practica de Jimin hasta que tuvo que irse, mi mamá le dijo que si quería se podía quedar, pero Jimin se negó, ya que tenía cosas que hacer según él. Aún así el vivía a dos cuadras de mi casa.

Llego la noche y me fui a acostar. Pero, no podía dormir. No dejaba de pensar en Jungkook esque no podía creer como a una persona que ni siquiera nota mi existencia me guste tanto. En definitiva estoy totalmente loca.

(...)

Al día siguiente Jimin llegó como de costumbre por mi para ir a Universidad en su auto. Al llegar Jungkook estaba afuera de su auto platicando con sus amigos, solo los identifico por sus apodos: J-Hope, V y Rapmon.

Entre antes a mi salón para terminar la tarea de física. A lo lejos ví como Jungkook se acercaba al salón con sus amigos, una vez ya en la puerta se Jungkook se recargó en el marco de esta.

- Hey! - gritó y todos los que estaban en el salón voltearon. Me estaba mirando a mi, de nuevo entre en pánico.
- Ven - me seguía mirando o talvez yo pensaba eso. Me señale.
- Si tú - me levante de la silla, todos empezaron a murmurar. Respiré profundamente.
- Que pasó? - le dije.
- Chicos dejenos solos - sus amigos se fueron. - quieres salir conmigo mañana después de clases?- me dijo rascándose la nuca. Lo miré sorprendida.

Que?! De verdad Jeon Jungkook me estaba invitando a salir? Nonono! Creo que estoy soñando. Pero aún así se me hacía demasiado raro. Estaré súper enamorada de él, pero a mi no me hacen tonta.

- Es en serio?- le dije no muy convencida.
- En serio, pero si no quieres no hay problema - levanto los hombros y dió media vuelta. Estaba a punto de irse.
-Espera! -no lo pensé dos veces y lo tomé del brazo. Se dio la vuelta - si quiero salir contigo. - le sonreí y me sonrió de vuelta.
- Mañana en el estacionamiento al salir de clases - me dijo.
- Es un hecho - le dije.
- Adiós - tomo mi mano y deposito un suave beso en mis nudillos. Y se fue.

Me sentia las nubes, un sueño hecho realidad.