cartas para kim mingyu + meanie

carta núm. 35

n/a: este capítulo será el punto de vista del omnisciente.

jeon wonwoo estaba duchándose, escuchando música que provenía de la sala de estar. tranquilo, salió del baño con una toalla blanca que lo tapaba de la cintura para abajo.
por otra parte, kim mingyu esperaba un buen rato afuera del departamento del mayor, pensando si realmente este era el domicilio al cual tenía que asistir. volvió a golpear la puerta. el de menor altura siguió sin escuchar nada, el alto llamó por su nombre —irónico, después de dejarle cartas en su trabajo, concordar fecha, lugar y hora con el chico que lo hacía sufrir, no se acordase de que era hoy— el pelinegro dio un pequeño brinco en su lugar, se le puso los pelos de punta al escuchar esa voz, apagó el reproductor de música y se acercó a la puerta para confirmar esa duda que revoloteaba en su mente. pudo confirmarlo, un chico apuesto, alto y con un cabello de color rubio ceniza, esperaba impaciente viendo su teléfono móvil afuera. wonwoo se congeló porque el balde de agua fría le cayó por la cabeza al darse cuenta que ese día ya llegó, se pegó mentalmente por no acordarse, luego otro golpe al verse en esas condiciones de poca vestimenta. aunque tuvo una idea al instante, ¿cómo pudo kim mingyu alejarse de él, teniendo un buen cuerpo? peor aún, irse sin explicaciones. rió despacio ante su brillante idea.

en seguida abrió la puerta viendo al alto querer golpear de nuevo. wonwoo actuó, o eso creía.

—¡oh! realmente no esperaba de que el tiempo vaya cada vez más rápido — rió nervioso, ¿no se daba cuenta de que se delataba así mismo? kim mingyu lo conocía bastante bien, pero le siguió la corriente riéndose—. puedes pasar.

—estás todo mojado —soltó mingyu, wonwoo casi se desmaya.

—sí, lo sé, recién salí del baño —comentó con nerviosismo.

—lo puedo ver, wonnie.

wonnie, cómo puedes seguir llamándome así.

—bueno —balbuceó—, así que... sabías que yo —el alto lo interrumpió.

— sí, won, sabía que eras tú todo este tiempo —sonrió mostrando esos colmillos típicos de él.

won, wonnie, won, wonnie, sabía que eras tú todo este tipo, won, wonnie, won, wonnie.

— vaya, así se resuelve todo, ¿no es así? —trataba de hacerse el duro, por favor, estando al frente de kim mingyu en toalla, después de que su visita acotara diciendo que estaba mojado. pero sobre todo al frente de kim mingyu, lo otro no importaba, claro.

—no, por supuesto que no. ¿por qué le has pegado a soonyoung?—el mayor quiso aguantarse la risa amarga, pero la soltó.

—¿has venido hasta aquí para preguntarme esa estupidez? ¡ese soonyoung te estaba coqueteando — exclamó, enfadándose.

—estupidez es lo que has dicho, ¡por favor! es mi amigo desde dos años.

—¿me estás tomando el pelo? -puso sus manos en su cintura, encima de la toalla, ¿cuándo pensaba ponerse ropa?— yo soy, bien, bueno, yo fui tu pareja durante cuatro años; de acuerdo, ni siquiera sé si estos dos últimos años que pasó pueden contarse, pero si así fuera, serían seis. ¡y dios mío, los años de amistad que llevamos es de siete! ¿pero te importa ese tal soonyoung? ¿¡quién lo conoce!? —hablaba rápido y dolido.

—oh, vamos, wonnie —cerró los ojos ante aquel apodo—, no me has escuchado, lo importante.

—sí, cómo sea, pareciera que lo importante aquí es sólo soonyoung, porque comenzaste con ese tema. jesús, esto es muy patético —lo miró a los ojos negando—. ¿no crees que tuve demasiado con estos dos malditos años y me hablas de tu amigo? —apretó los labios— entonces realmente no te importé —mingyu se tapó la cara aguantando la risa, amaba verlo dramatizar, lo extrañó tanto, sin embargo, dejó que siga su discurso—, si sabías que era yo, no te preocupaste en hablarme, o mandarme a la mierda para que deje de molestarte, ¡fueron treinta y cuatro días! ¿no se te ha cruzado por la cabeza, en serio?