Confianza

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No puedo parar de sonreír, estoy casi segura que podría contagiar a medio mundo con la asquerosa felicidad que siento en estos malditos momentos.

Le gusto, en verdad, lo admitió frente a su amigo.

Me siento plena, tranquila y extrañamente en paz conmigo y con todos. Lo vi, me saludó y platique con él. Esto es grandioso.

Él y su mania de no querermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora