El comienzo.

29 1 0
                                    

Recuerdo como si hubiera sido ayer, siendo que fue hace casi un año cuando nos conocimos.

Alto, de cabello muy negro, ojos claros y tan perfecto. Tan solo con mirarlo a los ojos me sentía en la luna y cada vez que sus labios tocaban los míos me derretía. Cada palabra que salía de su boca era como una leve sinfonía para mis oídos. La gente decía que nuestra pareja era muy linda y unida, que nos deseaban suerte, y que duraríamos "para siempre"... No es verdad.

Los para siempre, siempre, siempre terminan.

Los finales felices, bueno eso aún no te lo puedo asegurar bien; tal vez existan porque he visto parejas mucho mayores que siguen juntos y parece que toda su historia ha sido tan perfecta. Pero eso es obvio que no es verdad, imagino que han tenido demasiadas luchas, batallas y peleas entre sí.

Aunque yo era muy feliz con él, el no demostraba lo mismo y para mi eso no valía, era como que todo el esfuerzo era para nada. Cada intento para verlo siempre funcionaba porque lo "obligaba" a que saliera conmigo, pero ¿de verdad debería ser así siempre? ¿verdad que no? Si nos queríamos mutuamente teníamos que demostrarlo mutuamente. Para mi eso de decir "Te amo, y quiero que seas la única de toda mi vida. Sos muy especial para mi, por favor nunca me dejes" una vez, es como haberlo dicho y haberte ido, haber desaparecido, esfumarte entre la multitud para siempre. ¿Eso es el amor de hoy en día?

Todo una mierda. Siempre.

A veces me pregunto si pensará en mi desde aquel maldito día en el que quiso obligarme, comenzó a acosarme prácticamente y me sentía una desconocida para él. Era como que el no me conociera y no supiera como yo soy en verdad. No conociera mis principios, o como que quisiera cambiarlos. Mis malditos principios son mis principios y si intentas cambiarlos puedes irte. Recuerdo las palabras que salieron de mi boca ese día, rosaron la comisura de mis labios para salir al exterior y pegarle como una flecha en el pecho, y eso sí que lo noté: "Si intentas hacerme daño de cierta forma, en el sentido que sea, temo que ya no te amo más y deberías marcharte para siempre de mi vida". Su mirada quedó clavada en la mía por unos minutos, para mí se hizo eterno, sentí que sus ojos se entristecían y era como una decepción, pero yo estaba más decepcionada aún. El soltó mis muñecas, se dio media vuelta y se marchó. A partir de ese día no volvió a hablarme, cruzaba por la calle por mi y hacía como si no me conociera. Comenzó a cambiar físicamente y también (y de esto cualquiera se daría cuenta) mentalmente. Eso me partió el corazón en dos, aunque desde aquel día ya se había roto.

Estaba hecha pedazos, y no había nada ni nadie que pudiera ayudarme.







2015.El año que me superó.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora