La aspiradora glotona

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Dolinda era una aspiradora muy inquieta. Siempre se paseaba por todala casa limpiando el piso y se comía todo lo que encontraba.
- ¡supp! ¡suupp! ¡suupp! -decía apurada y aspiraba comilona las pelusas, el polvo, los papeles, las miguitas de pan y todo lo que estaba tirado.
Los rincones quedaban relucientes y las alfombras la saludaban felices porque dolinda les sacaba toda la tierra.
Un día, a la hora de la siesta, la aspiradora dio vueltas y vueltas en su canasto porque como tenía hambre no podía dormir.
Se levanto despacito y comenzó a buscar algo para comer.
Pero la casa estaba reluciente, todo brillaba y no había siquiera una miga de pan.
-¡me voy a quedar flaca como una escoba!- pensaba dolinda preocupada- ¡algo tengo que encontrar!.
Y asi, buscando y buscando llegó hasta el lavadero. Allí encontró una gran cantidad de cajas y frascos. Eran las cosas que se usaban para lavar el piso, la ropa, los muebles y los platos.
Dolinda sacó entonces su manguera y... se tomó todo el jabón en polvo, la lavandina y el detergente.
-¡supp!¡suupp!¡supp!-decia muerta de risa y de hambre.
¡Había comido tanto que casi no se podía mover!. Se fue entonces hasta au canasto y se quedo profundamente dormida.
Al día siguiente, cuando dolinda se despertó, prendio su motor y comenzó a limpiar los rincones. Pero al sacudir su barriguita se convirtio en una enorme bola de espuma.
Era tanta la espuma que Dolindano se veía. Y nadie podía entrar a su habitación porque las pompas de jabón llegaban hasta el techo.
Sus dueños, muy preocupados, tuvieron que llamar a los bomberos. Y los bomberos, después de trabajar un largo rato, se llevaron a Dolinda en una camilla al hospital de aspiradoras.
Allí le lavaron la barriguita y la dejaron dos días en observación.
Las enfermeras y los doctores conbersaron mucho con ella y Dolinda les contó que no quería regresar a su casa porque estaba muy avergonzada.
Asi que toda su familia al enterarse de su vergúenza decidió ir a buscarla al hospital.
-¡hola dolinda! ¡te extrañamos mucho! -le dijeron y Dolinda, un poco colorada, volvió a su casa con muchas ganas de trabajar.
La casa queda siempre impecable. Y cuandodolinda tiene habre busca comida en todos lados menos en el lavadero.

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