Aixa se quedó de piedra cuando su mejor amiga le confirmó que le gustaba su mejor amigo. No se lo podía creer. Ahora si que se había acabado todo. Izaskun y Ruben harían una pareja perfecta, y ella no se piensa entrometer.
Izaskun pareció no darse cuenta de que a su amiga le había molestado el escuchar que le gustaba Ruben. Así que se levantó eufóricamente y mientras se probaba vestidos, le iba contando a Aixa cosas de Ruben.
-Es que tía, es tan perfecto... Ha sido hace unos días que me he dado cuenta de que el hombre de mi vida estaba delante mío. Y es que nunca pensé que Ruben me fuera a gustar...
Aixa no tenía ganas de contestar. Fingía estar mirando vestidos, aunque no tenía muy claro de si se iba a poner alguno.
-Aixa tía, dame opinión. ¿Se lo digo hoy? Es que no sé si es muy pronto, y además tú lo conoces mejor...
-No sé qué decirte Izas...
-Es que estoy dando cuenta de que me he enamorado de él. ¡Tía que ya mismo el grupo tendrá una pareja! Estoy segura de que él querrá ser mi novio...
-Oye yo creo que es muy rápido todo...
-Tía que te pasa? ¿No quieres que seamos una pareja? ¿No te alegras de que al final haya encontrado a mi chico ideal?
-Izas... yo...
-Ya se lo que te pasa a ti-sonrió Izaskun-tú lo que quieres es un novio. Tranquila, tú y Edgar no haríais muy buena pareja la verdad, pero en tu clase hay cada partido...
-Yo no quiero novio.
-Y tanto que sí. Yo misma me encargaré de buscártelo. Pero mañana, que hoy me toca a mí. ¡A partir de hoy tendré novio! ¡Mi primer novio oficial! Ya me he cansado de rollitos de una sola noche. ¡Mi príncipe azul esta por venir!
Aixa se dijo a si misma que lo mejor sería dejarlo estar. No había nada que hacer con Izaskun. Ella era perfecta. Era una de las chicas más guapas que conocía. Y sin duda haría buenísima pareja con Ruben. En vez de estropearlo, lo que tendría que hacer es alegrarse por sus mejores amigos.
-Bueno cambiamos de tema, al final me pondré vestido.
- ¿Si? ¡Tía gracias! ¡Que emoción!
Aixa e Izaskun volvieron a cambiar de tema a los vestidos y Ruben no volvió a surgir en su conversación.
Sin embargo, estas dos amigas no sabían lo que iba a ocurrir aquella noche y lo que cambiarían las cosas.
***
Judit estaba en frente del espejo, arreglándose para la fiesta sorpresa de su amigo Ruben. Se mira al espejo. Se siente rara, extraña. No sabe que le pasa últimamente. Sabe que algo está cambiando dentro de ella. Nunca había sentido nada igual al ver a esa persona. ¿amor? Imposible. No puede sentir amor. No por esa persona.
Este último año para Judit ha sido un año inolvidable, con sus 5 amigos inseparables. Sin duda han sido lo mejor que le ha pasado.
Con quien más amistad ha hecho ha sido con Izaskun y Nerea. Aunque ella es muy diferente a esas chicas. Izaskun es demasiado guapa, y se lleva a los tíos del tirón. Y Nerea es demasiado impulsiva, se deja llevar, pero a veces es un tanto rara. Sobre todo para el amor.
Ay, el amor. Ese sentimiento que está haciendo que algo cambie en Judit. La chica sabe que no va a poder estar toda la vida escondiendo sus sentimientos, pero de momento es lo que toca. Sobre todo porque no sabe ni ella lo que le pasa.
Una última pasada de rímel a sus pestañas, y sonrisa a la persona que se refleja en el espejo del baño. Porque sin duda, de algo que está orgullosa Judit, es de ser ella misma, a pesar de no poder gritar su amor a los cuatro vientos.
***
Mientras espera a que llegue su amigo a su casa y comprueba que todo está preparado para la fiesta sorpresa, Edgar mira y relé otra vez el mensaje que le ha enviado esa chica.
Judith. La chica que le rechazó hace dos años, que le hizo mucho daño, además de ridiculizarlo, dos años después quiere quedar con él.
Si, esa chica le hizo daño, cuando él se enamoró de ella. Pero consiguió olvidarla. Incluso mantuvieron una amistad. Pero al unirse al grupo de los desfasadores, se olvidó completamente de ella.
Aún no ha respondido su mensaje. No se fía de ella. Y, además, esta esa otra chica, que poco a poco se ha ido ganando un hueco en su corazón. Él no es un experto en el amor, ni mucho menos. A sus 18 años no ha tenido novia ni se ha liado con nadie.
Edgar esta hecho un lío. En este caso que debe hacer, ¿hacer lo que le dice el corazón? Eso dicen.
Lo malo, es que no sabe ni lo que su propio corazón le dice.
El timbre interrumpe los pensamientos del chico y bloquea el móvil, dejándole el visto a Judith, desde hace un rato ya.
Abre la puerta y se encuentra a su amigo Ruben, feliz. Edgar le felicita por sus 18 y los dos se abrazan. Son un gran apoyo el uno con el otro desde siempre.
Ahora lo que tiene que hacer Edgar es ganar tiempo antes de que aparezcan las chicas, y por ello decide contarle a su amigo lo de Judith, ya que la chica siempre fue amiga de Ruben desde pequeña, hasta que un día no se sabe por qué, dejó de hablarle.
-Me ha abierto Judith.
Ruben abrió los ojos al escuchar ese nombre, aunque luego se relajó.
- ¿A qué Judit te refieres? ¿A nuestra Judit?
-No, me refiero a Judith Martínez.
Ruben no daba crédito a lo que oía. Judith Martínez, la amiga de su infancia, la que había hecho tanto daño a sus amigos, y sobre todo al chico que tenía al lado, había vuelto a aparecer. Solo esperaba que no fuera para nada malo.
- ¿Qué te ha dicho?
Edgar suspiró y saco el móvil, mostrándole a Ruben el whatsapp de Judith.
Judith: Hola Edgar. Bueno, supongo que estarás enfadado conmigo y tal, ya sabes, siempre te odié, porque tú me querías. Pero ahora lo que yo quiero es quedar contigo. He crecido y madurado lo suficiente como para darme cuenta de las cosas. Entenderé que no me respondas, pero quiero que sepas una cosa. Te quiero.
Ruben no sabía que responder a esto. Era muy raro que Judith le dijera eso a su amigo a no ser que quisiera algo de él.
- ¿Aún te gusta?
Edgar miro el móvil, y luego a su amigo. Su respuesta fue clara:
-No. No la quiero ni ver.
- ¿Quieres mi consejo? No quedes con ella ni le respondas al mensaje. Me duele decirlo, pero Judith no te diría nada a no ser que sea por interés.
Los dos se miraron a los ojos. Y sabían que era verdad. Esa chica, la que un día fue su amiga, solo trae problemas. Y es mejor no volver al pasado. Judith es pasado, y punto.
Edgar volvió a bloquear el móvil, no sin antes mirar la hora. Faltaban 15 minutos para que llegaran las chicas, ellas ya tendrían que estar juntas. Así que tenía que hacer más tiempo.
- ¿Y qué tal el cumple?
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EL CLUB DE LOS DESFASADORES
Ficțiune adolescențiLos 6 forman un club. Forman un grupo de amigos, que surgió de la forma más inesperada posible. Pero después de todo lo que han pasado, después de unos meses increíbles de gran confianza, a estos 6 chicos les empiezan a pasar cosas, increíbles, rara...