Siento no haber publicado más temprano pero estaba para el médico.
- bien- dijo.
- sí me disculpan, es mejor que yo me retire- mi padre asintió.
- lo acompañó a la puerta- dije. Mi padre entre cerró los ojos pero me dejo hacerlo. Lo vi partir de la propiedad y cuando eso paso entre de nuevo a la casa.
- a mi parecer tú y tu señor se llevan bien, verdad hijo?- observe a mi padre y asentí- eso es perfecto. Tenemos que comenzar tu preparación.
-preparación? A qué se refiere padre?- pregunté confundido.
-hay que educarte para tu futuro señor mi hijo- dijo madre sonriendo.
-pero ya ha pasado.
- o no, todo este tiempo te hemos preparado para una joven dama mi querido hijo. Ahora lo haremos para tu señor- madre sonrió y agrego- son dos tratos completamente distintos.
-oh, y cuando sera eso.
-mañana, ahora te dejaremos descansar hijo.
Me despedí de los dos y aleje por las escaleras, entre a mi habitación quitándome la ropa sudada y dirigiéndome directo a la tina que me esperaba llena y humeante. Me acosté en esta y apoye mi cabeza en la toalla envuelta.
- eh, Señor- abrí mis ojos y observe expectante a Krolen- su madre envío a una vampiresa para que le den un masaje.
- dile que espere a que salga- él asintió sin apartar la vista del agua, seguí su mirada y me tope con mis abdominales y un poco descubierto mi parte púbica. Sonríe levantado una ceja y observándolo- me ves como un hijo Krolen, recuerda eso.
- lo siento señor yo...
- retírate Krolen- él asintió y salio del cuarto.
Termine de ducharme, me seque con la toalla y salí desnudo del cuarto de baño. En la habitación sólo se encontraba la chica, me acosté en mi cama y ella se encargó de mi espalda. El masaje duro un aproximado de quince a veinte minutos, hasta que me quede dormido y no supe de más.
Al despertar al día siguiente estaba cubierto con una sabana hasta la cabeza, me tomo un minuto darme cuenta de quien fue que me cubrió. Estire mi cuerpo y tome un baño antes de nada.
Baje al primer piso y todos ya estaban despiertos.
- hijo te levantaste temprano hoy.
- sí madre- ella sonrió, le bese la mano y luego me incline ante mi padre para poder sentarme a la mesa.
- que bueno que haya sido así, la chica que se encargará de educarte llego ayer de New Orleans.
- New Orleans, porqué de tan lejos madre?- pregunté sentandome a su lado.
- me la recomendaron dicen que es la mejor en lo que hace, nadie se ha quejado de como ella educa a las futuras uniones. Ve al salón de baile, ella te espera- me iba a levantar pero volvió a detenerme- espera, antes desayuna- reí y asentí. Tome mi copa de sangre y me levante de ahí- desayunaras tan poco?
- no tengo hambre madre.
- Alexis no es que seas muy grande, ni fuerte que digamos- dijo esta con el ceño fruncido.
- madre, eso se lo dejo a mi señor, si me disculpan- Me retire y aproxime a la sala de baile.
Esa tarde tome clases de comportamiento en el hogar; como debería recibir a mi futuro esposo cuando este volviese de cazar o cuando llegase luego de un día fuera, como debería tratarlo fuera o dentro de la casa y por último pero no menos importante como debería ser en la cama, según está lento, suave y sumiso.
Me lo repitió consecutivamente durante el mes completo que tome esas molestas clases de etiqueta para un buen hogar y complacencia.
...
Estaba a pocas horas de sellar la unión con Raikó. La última vez que lo vi fue hace dos semanas antes de que comenzará el cautiverio de celibato.
De que trataba ese tal cautiverio? Bueno se puede decir que ha quien sea que haya creado todas las costumbres en relación a uniones estaba un poco mal de la cabeza. Minutos antes de que el cautiverio comenzase te daban sangre de tú pareja, pero no hablo de gotas míseras que apenas causan efecto en tu sistema si no de grandes cantidades que te dejan ciego de otra sangre y solo quieres beber de él o ella.
Eso me paso a mí, no he bebido gota en quince días y ahora no veo personas si no venas y arterias que caminan a mi alrededor pero ninguna con ese color rojo carmesí tan hermoso como el de él.
En el caso de Raikó los elfos tienden a entrar en cautiverio como nosotros pero no con la sangre si no con el olor que desprende la persona. A él según me dijo madre lo encerraron en una habitación durante veinticuatro horas con prendas ya usadas mías. Cuando esté salió todo olor le repudiaba y solo buscaba uno, el mio.
A Raikó se le ha dado de comer en exceso últimamente con el fin de que en el momento en que nuestra unión se selle completamente él este lo suficientemente fuerte para soportar que beba de él hasta que mi apetito sea saciado.
- bien hijo, aléjate de ese espejo estas perfecto- deje de ver mi reflejo para observar el de mi madre.
- porqué rosado madre?
- a qué te refieres Alexis?- pregunto esta arreglando mi corbata.
- a mi traje madre, porqué rosado?
- oh bueno, decidimos que tu te vieras más delicado en relación a tu señor- dijo sonriendo- hijo has crecido tanto y tan rápido- expreso con ojos aguados.
- madre no lloré- una lágrima roja se deslizó de su ojo, la atrape y la seque.
- dónde vivirán? Lo han hablado?
- sabemos que en Rusia, aún no tenemos ciudad- ella asintió y se alejo, volví a ver mi reflejo por última vez antes de salir de la habitación.
Los mismos guardias que me guiaron la vez de la fiesta lo hicieron de nuevo. El vehículo nos esperaba y ya dentro de el fuimos llevados al gran salón. Minutos después abrieron la puerta y mi padre esperaba fuera del vehículo.
- te vez muy bien hijo- dijo dándome un breve abrazo que creo que la ultima vez que lo hizo fue cuando era un niño- tú señor te espera...
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Su Rey (en pausa)
FantasíaÉl fue elegido, su persona era perfecta para mi. Ganó por mi, triunfo por mi. Mi señor era mucho más de lo que cualquier persona pudiese querer. Yo era su Aran y él era mi señor. Ya estaba predicho yo sería -Su Rey- *Por más que querías evitarlo el...