A True Friendship

Capitulo 2

Traté de hacer el menos ruido posible al llegar a casa, de su escritorio escuché el "buenas noches" con su tono molesto de: "¡no te quiero decir buenas noches en realidad, estas viendo que hora es!", de mi esposo.

Ignoré sus intenciones, esa era su hora favorita de hacer todo tipo de berrinches, subí al cuarto, lo dejé dibujando algo que no distinguía muy bien, mi esposo es un artista, tiene un gran talento en sus manos, trabaja para una empresa de publicidad, tiene un estudio fotográfico y hace encargos de obras de arte, así que en eso debía de estar, me recosté y hasta el otro día.

Teníamos varios meses que no dormíamos juntos, los problemas iban en aumento al pasar de los años, y ese día quería que todo fuera diferente a lo que estuve viviendo en los últimos meses, así que me desperté muy temprano, a pesar de que mi turno en el hospital empezaba a las 10:00Am, al morir Ashley nos regresamos a nuestro país de origen; República Dominicana a ver si se nos pasaba el mal rato, pero todo fue de mal en peor, ahora tengo una clínica privada en el centro de la ciudad, pero como esta es mi pasión, opté por seguir dando servicio público, aquí en RD trabajo en el Hospital General de la Plaza de la Salud,  como la pediatra de allí y directora, tenía algo en mente, pero no estaba segura, lo que quería era un cambio, de eso sí estaba segura, llamé a una amiga mía abogada, y le planteé lo siguiente:
-Oficina de abogados Wanderpool & Wanderpool en qué puedo ayudarle, creo que tomó el teléfono su hermana.
-Sí, buenas ¿se encuentra la Lic. Mariel Wanderpool?
-Sí, ya se la paso, ¿De parte?
-La Dra. Evans
-¡Taylor hola!, me saludo con agrado, hace tanto tiempo que no sé de ti.
-Hola Mary! ¿Como va todo?
-Bien, ¿y a ti, los niños, tu esposo?
-Muy bien.
-Es muy raro que llames y a la oficina más, ¿sucede algo?
-Sí, de eso quería hablar contigo, pero será personal, ¿tienes tiempo para almorzar?.
-Me gustaría mucho, pero ya tengo un almuerzo con unos clientes esta tarde ¿y un café? ¿No tomas?
-Claro, un café será perfecto.
-¿Qué tal en café Santo Domingo a las 4:00PM?
-Suena bien, allí estaré.
-Ok, perfecto, a las 4 será, chao.
-Bye.
No había colgado bien el teléfono cuando sonó.
-Sí, ¿Lucy?
Lucy era la recepcionista.
-Dra. Evans, la busca un joven, dice que quiere hablar con usted.
-Dígale que estoy muy ocupada, lo atenderé luego.
En realidad no tenía mas nada importante qué hacer, pero ya saben en un hospital todo es de vida o muerte, y no estaba en charlar.
Cuando organicé los papeles, y me disponía a bajar para almorzar, ya las 12:30PM, me encontré en la recepción a Jes, me dejó algo anonadada.
-Hola, pasaba a saludar.
Lucy me miró y me hizo una seña como; de él era que estaba hablando.
-Hola, le contesté.
-¿Vas a comer?
-Sí.
Se paró y me dijo ¿y como va todo?
Seguí caminando y le contesté que bien.
-¿Qué haces por estos lados?
-Me disponía a almorzar en aquel lugar que cenamos anoche, pero se me ha olvidado por completo donde estaba, así que estaba cerca y pensé en pedirle la dirección a usted, ¿Va para allá ahora?.
-Pensaba en eso.
-¿Y por qué no va a su casa?
Solo negué con la cabeza.
-Está bien, entonces podemos repetir lo de anoche.
En realidad era agradable estar con él, nadie que te juzgue porque no te conoce, pero a la vez me estaba poniendo tensa.
-Creo que sí, vamos.
En eso me saludó el Dr. Almonte.
-Dra.!
-Hola Miguel! ¿Como has estado hoy?
-Muy bien, pero no tan bien como usted.
Sonreí. Miguel era un Joven apuesto, alto, de tez blanca, pelo ondulado y muy fuerte negro, era un excelente cardiólogo y bueno para eso de las mujeres.
-¿Tiene planes para comer hoy?
Jes casi le interrumpió y le dijo:
-Nos disponíamos a salir en estos momentos.
-Sí quieres nos puedes acompañar, le comenté, tratando de evitar que se sienta incomodo por el comentario de Jes.
-No, gracias, en otro momento será, tengo que atender a un paciente.
-Bueno, nos vemos entonces.
-Sí, chao, me lo dijo caminando hacía atrás marchándose.
Jes se me acercó diciendo ¿vamos?
Estaba un poco incómoda, estaba en los últimos meses comiendo con Miguel, y me hubiese gustado hacerlo hoy, me hacía sentir linda  y especial otra vez.
Y es algo molesto que tu vecino te aborde a tu lugar de trabajo invitándote a almorzar, ya después de la pasada noche. Cuando llegamos a Applebea's Jes pidió una mesa junto al balcón. Nos sentamos y seguimos conociendo más el uno del otro, le conté la historia de Ashley, de por qué nos mudamos de vuelta al país, de mis hijos, del trabajo de mi esposo y bueno, yo tenía como tanta necesidad de hablar que cuando nos disponíamos a irnos fue que me di cuenta que me pasé todo el tiempo hablando y él no terminó una sola idea, le fui al grano y le pregunté qué por qué trató así al Dr. Almonte, que no mal interprete nada de lo que ocurría, que yo era una mujer casada y ... Me detuvo,
-No Taylor, nada de eso, solo quería ser amable, luego lo entenderás.
Se despidió y tomó un taxi de vuelta a su casa, yo me sentí muy mal por como lo traté, pero mejor las cosas claras desde el principio.