【Parte 2/2】

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[Tercer acto]

Era martes. 20:33 hs. Ese día se encontraba demasiado frío. Tanto, que podría hacerse similar al del Polo Norte.

Lena se encontraba nuevamente limpiando los platos restantes.

Cuando de un instante a otro, entró a la Cafetería un hombre sin hogar.

El señor estaba claro que quería un lugar donde descansar del frío de allí afuera.

Para el momento de entrar, Lena, como buena persona que es, ya le estaba ofreciendo un plato de comida.

Su jefe, no se podía permitir que tal hombre entrase en su tienda.

Pero a los ojos de Lena, nadie se los puede rechazar.

¿Por favor?❞ Dijo, con esperanza que su jefe dejara a ese pobre hombre quedarse allí.

Jeff, después de pensar un rato, asintió rindiéndose.

Lena, ya cuando el hombre estaba terminando su plato, le entregó uno de postre.

Aquí tiene.❞ Dijo sonriendo.

A lo que el hombre, sorprendido, le devolvió el "gracias" con una sonrisa.

[ ... ]

Al parecer sigue existiendo gente buena en el mundo. Aquella chica lo es.

Siempre existe una forma buena de ayudar.

[ ... ]

Mientras Lena servía café a sus demás clientes, observaba a cada segundo por el rabillo del ojo como su chico conversaba animadamente con su compañero de mesa.

Estaba demás decir que, por hacer eso, casi tropieza con algunas mesas y cae... Pero, como dice ella, todo por él.

Pero el sentimiento, era algo incomprensible. Amor, dolor, angustia y ansiedad. Todo junto. ¿Se lo imaginan?

Al ver que el hombre había desaparecido, decidió limpiar su plato y cosas restantes.

En general, a Lena no le molestaría que no le dejaran propina. Puesto, que casi no recibía. Pero, según ella, la gente que se encontraba ahí y le brindaba una sonrisa, era su propina del día.

Pero... Esta propina no era igual a todas. Sobrepasaba los límites.

Era un libro "de señas" para personas con discapacidad de sordera.

[ ... ]

2:45 am.

Lena se encontraba sentada en uno de los sillones, junto a su nuevo libro.

Observaba cada seña, y trataba de imitarla.

Claro que sería difícil acordarse de todas, pero Lena lo intentaría.

Si algo le habían enseñado sus padres, era a nunca rendirse. Por más "imposible" que resultara.

De tanto pensar, se había quedado dormida. Y ahora estaba durmiendo plácidamente.

Hasta que a toda hora del día, toca levantarse.

Jeff, le estaba sirviendo un café. Mientras, la recién nombrada, se estiraba para comenzar a trabajar.

[Cuarto acto]

Era de noche, y nuevamente, Ethan se encaminaba para ingresar a la Cafetería. Y como siempre, aunque ellos no se hubieran conocido, Ethan ayudó al hombre sin hogar de aquella vez.

Lena, observaba como Ethan entraba a la tienda, así que supo que el momento había llegado.

El momento que tanto tiempo había deseado.

Cantar.

Exacto, cantaría frente a el... Pero, esta vez, la notaría.

El plan era simple.

Jeff, se dispuso a apagar todas las lamparitas que se encontraban sobre cada una de las mesas. A excepción de la de él.

Así, el levantaría su vista.

El plan había funcionado.

Lena, mientras se acomodaba, le pedía esperar hasta estar lista.

Ethan, la miraba con ansias de saber que es lo que iba a suceder.

Llenas de luz la habitación.
Y tú, ni cuenta te das.
No puedo hacer más
para dejarte en paz.

Mientras citaba las letras de su canción, Lena, la iba acompañado de las señas que había aprendido.

Y Ethan... No podría haber estado más feliz.

❝No me traigas flores.
Te preocupas demasiado.
¡Oh, mi vida!
Saber que me ves...❞

A lo que Ethan contestó. ❝Te veo.

Podemos bailar en la cocina.
Las velas no cuestan nada.
Hazme un anillo con el tapón de una botella de leche.
Cuando el contador se quede sin dinero, quizás paremos.

Cantaba Lena, mientras Ethan sonreía feliz.

Llenas de luz de la habitación
Y tú, ni cuenta te das.
No puedo hacer más.
Para dejarte en paz.
Así que cariño, ¿para qué quiero bombones, Champán y esas cosas?
¡Oh, mi vida!
Saber que me quieres...
Me basta.

La canción había terminado. Toda la clientela aplaudía feliz por aquella muchacha que adquiría un coraje extraordinario.

Mientras tanto, Lena estaba nerviosa. Tanto que podía sentir sus mejillas ardiendo y con un color rojo carmesí.

Pero, al levantar su mirada un Ethan amable le decía:

❝Ven. Siéntate conmigo.❞

[...]

❝Y así es como conoció tu madre a tu padre, Timmy dijo la abuela, finalizando la historia.

❝Woah... es una historia hermosa.

❝Lo sé... Así que ¡vamos! No te desanimes, apuesto a que pronto tendrás esa chica a tus

pies.❞ comentó con ánimos y guiñándome un ojo.

❝Quizás... eso espero, abue.❞dije regalándole una sonrisa, a lo que ella se acercó y besó mi mejilla.

❝Tengo que irme, cariño... Espero verte otro día.❞ se despidió haciendo las correspondientes señas.

❝Siempre me verás❞ e hicimos la seña de "siempre", ubicando el dedo índice debajo del dedo del medio, cruzados, sobre el corazón.

❝Siempre...

•••

¡Hey! Acá esta la 2da parte♥
Espero que les haya gustado (:
Gracias por los votos y comentarios. Really, les agradezco muchísimo.

¡Acepto criticas constructivas!

Y recuerden... Ninguna discapacidad hace detener al amor. (;

¡Tengan un lindo día! ♥







"Deaf love.❤" OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora