Que Yuri estuviese despierta a las cinco de la mañana frente a su computadora totalmente absorta a los sonidos que se escuchaban fuera de su apartamento no era nuevo. Pero sí era verdaderamente extraño que no estuviese trabajando, de hecho estaba haciendo algo totalmente contrario a lo que solía hacer. El buscador de internet tenía escrito el nombre de su Universidad, de donde se había graduado hace un buen tiempo. No era un secreto que Yuri había sido dotada desde muy pequeña, adelantándose un par de años en la escuela antes que sus compañeros de la misma edad, por tanto había estudiado con personas de diferentes edades lo cual le fue una dificultad en su adolescencia para socializar.
Yuri buscó en la página de la universidad el teléfono para poder contactarlos, tenía una idea en mente. Visitarla. ¿Para qué? Si bien la curiosidad de Tiffany para saber su respuesta era muy grande también Yuri se había quedado pensando toda aquella semana qué hacer para revivir aquellos días de estudiante. No tenía álbumes de fotos, ni semanarios de la Universidad a la que pertenecía. Yuri recordaba que eran muy pocas las veces en que formaba parte de ese tipo de cosas por lo que su única opción era hacer una firma de libros.
Así que Yuri se encontraba ahora frente a su alma máter dos días después, mirando a los estudiantes pasar aquí y allá, un sentimiento de melancolía le invadió. Olvidaba lo fácil que era ser estudiante y no tenías que preocuparte por cosas como el trabajo, pagar o rentar una casa o apartamento, sonrió levemente y dejó que los docentes le abrieran paso en la institución.
—Señorita Yuri, es un gusto tenerla de vuelta aquí. —Le dijo el rector de la Universidad efusivamente mientras hacía una pequeña reverencia al mismo tiempo que él.
—Digo lo mismo...—Le dedicó una sonrisa nerviosa ante tanta efusividad del hombre.
Muchos estudiantes de la Universidad escucharon la noticia de que Kwon Yuri, escritora de Yohann, como había titulado su libro más reciente, estaría en uno de los campus por lo que no faltaban aquellos lectores ansiosos de conocer a la escritora de tan grandioso libro. Yohann era la historia de un joven francés que viajaba por el mundo y en una de sus aventuras conocía a una chica australiana llamada Jojo de quien sin saberlo se enamoraba completamente. Sin embargo hubo un momento donde ambos personajes tuvieron que separarse y cada uno volver a su país de origen, Yohann nunca movió ficha, pasaron los años contactándose y Jojo acordó con Yohann verse en un puerto para darle la noticia de que se casaría, pero Yohann nunca llegó...
—Yohann es un idiota. —Le comentó una chica frente a ella cruzada de brazos después de haberle extendido el libro en la mesa. Estaban en la Biblioteca de la Universidad y una fila de personas frente a ella se situaba para que pudieran obtener su firma. Yuri alzó la mirada ladeando un poco su cabeza para ver a la chica que se atrevía a comentar semejante cosa.
— ¿Disculpa? —Yuri sintió aquello como una ofensa y aquello le molestó. Le molestó saber que se reflejaba en Yohann. No en sí por el comentario.
— ¿Cómo es posible que nunca le haya dicho que la amaba? —La joven ahora colocaba sus dos manos con confianza en la mesa recargándose, con el ceño fruncido.
— ¿Leíste el libro?
—No vine aquí solo para verla. —Resopló la chica volviendo a retomar su compostura.
—Pues sabrás por qué no lo hizo...—Yuri abrió el libro en la portadilla. — ¿Cuál es tu nombre?
—Sunny. —Contestó la bajita mordiéndose los labios. Yuri terminó de firmar el libro de la contraria con una sonrisita evitando no reírse ante lo gracioso de la situación.
—Te pareces a uno de mis personajes.
— ¿Qué?
—Igual de imprudente. Ten tu libro. —Yuri se lo extendió sin quitar la sonrisa de su rostro. Sunny lo tomó en sus manos casi refunfuñando.
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The Writer
FanfictionYuri es una escritora famosa, con una lista de obras aclamadas por sus lectores. Ciertamente, las historias de Yuri tiene una peculiaridad por escribir acerca del desamor, llevando a sus personajes protagonistas al vacío y el dolor. Su amiga Tiffany...