Error 404

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Kise Ryouta un chico de buen corazón, amable, alegre y constantemente aportando una manera positiva a las cosas es la clase de persona que con tan solo observarle una sonrisa inmediata se dibuja en tu rostro pero... tal vez posea un corazón frágil.

El pasar sus días en Teiko se le veía animado junto a sus compañeros de equipo, frecuentemente jugaba uno a uno contra Aomine Daiki, la persona que le inspiró a jugar baloncesto, insatisfecho con los resultados de sus constantes encuentros daba lo mejor de sí para algún día llegar a ser como su compañero.

La Generación de los Milagros se separó después de la graduación, cada quien se fue por un camino distinto, ahora entre ellos quienes solían jugar en equipo son rivales peleando por ver quién es el más fuerte.

Varios sucesos inesperados han sucedido, encuentros en la cancha y fuera de esta. Nadie podría pensar que la relación existente entre Aomine y Kise podría ir más allá de solo una amistad.

Posteriormente de que la escuela Seirin fuera ganadora de la Winter Cup todos regresaron a sus días normales con la excepción de los alumnos de tercer grado a punto de graduarse.

Salió de su entrenamiento decidiendo ir a casa, lo que no tenía en cuenta es que en cada paso que daba se adentraba a un mundo donde su vida cambiaría por completo. Caminaba por la acera con su usual paso y las manos empuñadas dentro de sus bolsillos. Al dar la vuelta en una esquina...

-¿Kise?-. Le llamaron.

-¿Aominecchi?-. Dijo confundido. No creía que podría toparse descuidadamente con la persona que tenía por delante.

No era de ninguno el querer encontrarse, solo era un momento imprevisto donde tendrían que actuar según sus instintos.

-¿Estas solo?-.

-Sí, ¿Tú no estás con Momocchi?-.

-No, Satsuki dijo que tenía algo pendiente por hacer-.

Intercambiando solo un par de palabras silenciaron, era incómodo, cuando estudiaban en Teiko hablaban entre ellos normalmente, seguro era porque tenían a los demás a su alrededor y durante sus enfrentamientos se concentraban en ver quién era superior, es un poco triste donde día tras día la diversión era su pasatiempo se haya esfumado, es como si en un corto periodo todo recuerdo ya no existiera, la felicidad solo fue un juego para llenar el vacío que en verdad enfrentaban. Y ahí se encontraban uno frente al otro, la disponibilidad para las palabras aún continuaba, ambos colisionando respiraciones no muy cerca y su mirada se desviaba a direcciones distintas.

Un ruido por parte del estómago de Kise atrajo la atención.

-¿Quieres ir a comer algo?-.

Hasta ahora nunca creyó que Aomine le invitara a comer basándose en su personalidad, era extraño, pero al fin y al cabo solo eran un par de amigos normales.

-S-si-.

Al aceptar partieron al primer restaurante que encontraran con el propósito de callar el estómago del rubio. Ninguno iniciaba un tema de conversación lo cual hacía más difícil hacer que el tenso ambiente se fugara.

-¿Qué tal el entrenamiento?-. La voz del moreno le sacó de un gran aprieto.

-Excelente-. Comenzaba a hablar con esa voz alegre y simpática que le caracterizaba. –Pero es muy cansado~~-. Sollozó. –Ahora sé que tengo que esforzarme, Kasamatsu-senpai ya no estará conmigo y el entrenamiento será peor cada día, todos están dando lo mejor de ellos, pensé que yo también puedo esforzarme para llegar más alto-. Hablaba sin parar en el trayecto, Aomine no movía ni un poco sus labios, concentrado escuchaba al chico hasta que su enfado comenzaba a salir a flote.

Error 404 | Aomine x Kise Donde viven las historias. Descúbrelo ahora