Cuando Menos Lo Esperas.

Un pequeño animal.

   
Levi era un chico apuesto, era un escritor famoso de muy buenas novelas para adultos, era reconocido en todo Japón. Pero hace un tiempo se había retirado de escribir, no tenía ganas de escribir ya que su prometida, Petra había fallecido en un accidente automovilístico, no se sentía bien para seguir con lo suyo, ella era todo para él y de un día para otro no estaba. El no escribía por el dinero, escribía por que amaba eso y no dejaría que la avaricia hiciese que solo escribiera por que sí.

Había seguido su vida normal, bueno no podía quejarse de nada. Estaba trabajando como profesor de lenguaje en un colegio muy bueno, todos sus alumnos temían de su presencia, a Levi le gusta mucho eso, ser temido y que le tengan respeto, obviamente.

-Bueno chicos, hoy hay examen -Estaba enfrente de su clase, observando el rostro de temor que tenían sus estudiantes que se susurraban varias cosas.-Den lo mejor de ustedes o si no reprobaran.

El día se le paso rápido, revisó algunos de los exámenes que sus alumnos habían hecho, estaba decepcionado ya que los resultados no eran muy buenos que digamos.

-Estúpidos mocosos, no me escuchan cuando les habló -dejo las pruebas ordenadas por nota, solo las que había revisado y luego se levanto de su asiento.

Eran al rededor de las 7:00 Pm y quedaba muy poca gente rondando por la escuela, el estaba incluido ahí. Le gustaba tanto escribir como leer y por eso a veces se iba a la biblioteca, era muy grande y los niños de ahora casi ni se metían ahí, preferían estar chateando en vez de leer un buen libro, gracias a eso Levi podía disfrutar, era un lugar ordenado, muy limpio y silencioso, perfecto para Levi.

Se quedo leyendo y después de un rato salió, se coloco su abrigo, afuera hacia demasiado frío y estaba nublado, seguramente llovería o nevaria: se esperaba de todo para ese frío invierno. Cuando estuvo afuera suspiro y abrió su auto, no le gustaban mucho, después de lo de Petra los odiaba, pero tendría que acostumbrarse ya que de su casa a la escuela era muy largo el trayecto.

Estaba apunto de llegar a su casa, miro el reloj y se sorprendió un poco, eran las 10:00 Pm.

-"Si que se me pasa rápido el tiempo" -al estar concentrado en su reloj envés del camino chocó con algo. Abrió los ojos como plato al sentir un ruido y enseguida paro el auto, por el parabrisas vio una silueta de un chico tirado en el camino ¿su imprudencia había causado eso?-¡Oye! ¿estás bien? -salió del auto y se encontró con un pequeño Zorro, miró alrededor y luego nuevamente al animal.-"¿Y el chico? Seguramente habrá sido mi imaginación" -el zorro lo observo molesto, como si quisiera morderlo, Levi se percato de eso, y también de que tenia unos hermosos ojos color verde esmeralda, así que tomo al zorro, este intento morderlo como ya había previsto Levi.-Calma, no te haré daño -el animal lo miró desconfiado, pero le obedeció, Levi se sorprendió un poco ¿ese animal le entendía? no, eso era imposible. Lo entro al auto y lo observó, tenía cortes en la patas traseras y un feo tajo cerca de su estómago, Levi supuso que alguien lo había intentado cazar y que el solo le había dado un golpe, no muy fuerte ya que en su cuerpo no habían más marcas. Dejo al animal en el asiento que estaba a su lado, este no paraba de mirarle a Levi le incomodaba un poco.

Después de media hora ya estaba en casa, cuando freno y estacionó el auto el zorro se había enfadado y seguía observando manezantemente a Levi.

-Ven, curaré tus heridas -estiro sus manos esperando a que el zorro se acercará, Levi se sentía un poco idiota, después de todo un pequeño animal no lo entendería.

-"¿Por qué este humano quiere hacer eso?"-se puso a la defensiva cuando vio que las manos de Levi se acercaron más.-"Estoy muy mal herido, lo único que me queda es confiar en el" -se acercó dudoso y con timidez a las manos del otro, el azabache se sorprendió y lo tomo cuidadosamente en sus brazos, para luego meterlo en su casa.