Capítulo 1

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Se frotó los ojos y estiró el brazo para alcanzar su teléfono. El nombre de Mike parpadeaba en la pantalla.

- Dime.

- Tenemos un caso en Palm Spring, posible suicido.

- ¿Posible?

- Sí, hay algo raro, luego te cuento. Te mando la dirección, no tardes.

Su cabeza daba vueltas mientras la luz de las farolas bañaba el desgastado capó del Pontiac. Llevaba ya dos semanas con migraña y para colmo tenía cena con sus hermanos el viernes. Odiaba esos ceremoniosos encuentros familiares en los que siempre se sacaban los trapos sucios. Igual este caso se complicaba y le servía de excusa para no asistir. Pero... ¿qué podría tener de extraño un suicido? Normalmente se buscaba la causa, problemas familiares, deudas de juego... siempre era igual.

Al llegar al edificio su compañero le esperaba junto a la entrada mostrándole un gran vaso de café de McGuillian.

- Toma, está recién hecho.

Tras un gran sorbo, Lullaby miró hacia la ventana del cuarto piso y le preguntó a su compañero.

- ¿Has subido ya?

- Sí, pero solo tomé unos datos después de llamarte. Están terminando con las fotos. El caso es que algo huele mal. Hay una nota de suicidio, pero es rara, demasiado corta. Además aunque la puerta estaba cerrada por dentro, la ventana sí estaba abierta. Hace mucho frío afuera para tener una ventana abierta ¿no crees?

- Bueno, si te vas a suicidar, no creo que te importe demasiado si tu salón queda helado.

Del portón de madera salió un policía con una libreta y se dirigió a la pareja con decisión.

- Los de rastros ya han terminado así que podéis subir. Luego os paso el listado de vecinos y las declaraciones. Al parecer fue la señora... - el hombre rebuscó entre sus apuntes- Daniella Timber la que nos llamó cuando oyó el disparo. Vive justo al lado de la víctima. Otros vecinos confirmaron que se oyó un disparo, pero que al salir a la escalera su vecina les comentó que estábamos de camino. Llamaron a la puerta del fallecido sin obtener respuesta.

- Gracias Jefferson, vamos a echar un vistazo.

La escalera del edificio crujía a cada paso y el olor enrarecido evocaba a los peores callejones de Chinatown. Los vecinos se asomaban y cuchicheaban. Mike subía peldaño a peldaño, con un andar pesado. En el pasillo del cuarto piso, un policía de hombros anchos les saludó mientras hablaba con la señora Timber, una anciana enjuta embadurnada en cremas faciales. Ya en el apartamento los agentes de rastros recogían los materiales e iban saliendo al descansillo.

Mike señaló a su compañero por dónde tenía que pasar para ver el cadáver. El salón no era demasiado grande. Unas estanterías negras vestían toda la pared frontal y a un lado había una mesa de cristal con un portátil y una copa de vino vacía. Por la ventana abierta entraba un viento gélido que molestaba en las mejillas.

En el centro de la sala, tumbado boca abajo, se encontraba el cuerpo de Dan Simons. La cabeza reposaba en un charco de sangre y en su mano derecha descansaba un revólver.

- Le he pedido a Roberts que no se llevase el arma, por si querías echar un vistazo.

- ¿Sabemos si era suya?

- Sí, renovó la licencia hace unos meses. La nota de suicidio está ahí junto al ordenador.

Lullaby dio un paseo alrededor de toda la sala, mirando cada elemento con minuciosidad. Se detuvo junto a la estantería y cogió una foto. En ella se veía a Dan bateando. Después se aproximó a la ventana y se asomó mirando la acera. Por último se paró cerca de la mesa y leyó la nota sin tocarla.

Ya no puedo más, ha llegado mi hora. Espero que los que me querían me perdonen por lo que voy a hacer. Hoy seré libre.

Dan

- Dime Mike ¿tenía familia? ¿Casado, hijos?

- Divorciado, sin hijos, estamos buscando a sus padres, parece que viven en Los Ángeles. Oye ¿no te parece raro? Según comentó la vecina, era un tío normal, buen trabajo, serio, incluso participaba en campañas benéficas. Y un día se cansa de todo y se pega un tiro.

- No es eso lo que me preocupa.

- Entonces, ¿piensas que se suicidó sin más?

- En absoluto. Dime Mike, ¿por qué un tipo que es zurdo iba a dispararse con la mano derecha?

- Venga ya Lullaby, ¿cómo sabes que era zurdo?

- Mira esa foto, es un bateo de zurdo.

El detective había jugado en la universidad con los Trojans durante tres años y conocía perfectamente los posicionamientos.

- Vale y ¿qué hacemos ahora?

- Investigar Mike, es lo que mejor se nos da. 













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⏰ Última actualización: Dec 27, 2015 ⏰

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