Consecuencias

360 35 3
                                    


Armin Arlet

Desperté. Afuera los rayos de sol se esfumaban con el último aliento del crepúsculo, la noche tardó unos minutos en pintarse completamente.

Salí del viejo cuarto y vagué por las solitarias calles iluminadas apenas por un par de postes parpadeantes. Tenía que comer algo, hacía varios días que no me alimentaba. Corrí por las calles medianamente vacías, pensé que ya casi nunca me preguntaba cómo era que todo se había vuelto así: automático, fácil, electrónico. Puede que la ciudad de Trost fuera una de las más a la vanguardia en cualquier aspecto pero...

El conocimiento siempre es insuficiente. Y después de pasar cerca de sesenta años estudiando comenzaba a aburrirme, es decir... ¿De qué servía todo ese tiempo si no podía salir a la luz de sol? Nunca llegaría a cumplir mis sueños de esa manera.

Llegué a un parque, y camine sigilosamente mientras elegía a mi presa... Por allá estaba una pareja fajando, de seguro pensaban que ese lugar estaba vacío a esas horas, ella gemía mientras él le besaba el cuello desabrochando los botones de su blusa. En un par de segundos me planté detrás de ellos, que me miraron perplejos y se separaron lentamente.

Entonces me lancé hacia el cuello de él y ella gritó mientras salía corriendo.



Levi

Me di la vuelta para correr en dirección contraria, importaba un bledo si Eren me encontraba, de hecho tenía que encontrarlo antes que aquella chica, ¿no era acaso la que lo había convertido?

Seguí corriendo a toda velocidad esquivando los árboles y las ramas, de repente sentí unas manos tapándome los ojos por detrás, dudé sobre si atacar o...

—¿Levi? —dijo él, al escuchar su voz me tranquilicé

—¿Eren? —dije quitando sus manos de mis ojos y girándome hacia él que no tardó en abrazarme

—Te encontré —susurró a mi oído

Rápido, tenía que sacarlo de allí pero no se me ocurría nada...

—¿Eren? —dijo la chica rubia a unos pasos de nosotros, ¿de dónde había salido?

Demasiado tarde...

Eren la miró confundido por un par de segundos y luego pareció recordar quién era. Enseguida se mostró más serio de lo habitual e hizo un gesto para marcharse, tomó mi mano pero ella dio otro paso.

—¿Qué ocurre? ¿Ya te vas?

—Sí, Historia

—Ash, no me gusta que me llamen así, así que no lo hagas, por favor

—Ya nos vamos, Christa

—¿No me presentarás a tu "amigo"? No tenía idea de que tú...

—Como dijo, ya nos íbamos —intervine y lo jale para echarnos a correr, pero allí estaban otras tres personas: una chica rubia, un tipo alto y fornido, moreno y otro rubio más o menos igual.

Los Originales, qué sorpresa...

—¿Dónde estabas, Historia? —preguntó el rubio

—Por ahí, tranquilos, sólo salí a dar un paseo —respondió ella sin moverse de donde estaba y cruzando ligeramente los brazos

—¿Quiénes son ellos? —dijo la chica, señalándonos

—Unos... Viejos amigos, ¿no es así, Eren?

The Vampire DiariesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora