Capitulo 27

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Me hinco para dejar un ramo de flores blancas sobre la lápida de la gran mujer que nos dejó hace apenas un par de días atrás. Siento como mi estómago se aprieta al igual que mi garganta y tengo que respirar profundamente para que mi voz no salga entre cortada, aunque tal vez sea un poco estúpido pensar que a Sinu le importaría eso o que siquiera está escuchándome, pero de alguna forma me ayuda a superar mis sentimientos hacia Camila.

-Sabes, nunca me dijiste lo duro que podría ser soportar a tu hija- No puedo evitar reír amargamente y siento una gota de mis lágrimas en mi mano donde empiezan a caer más. Al parecer no puedo retener mis sentimientos últimamente y termino con ambas manos apoyadas en la lápida y el cuerpo encorvado.

-No quiero darme por vencida, pero ya no sé qué más hacer. Me pidieron tiempo, ambas, pero no está mejorando como pensé que sería y yo también empiezo a sentir que una parte importante me falta- limpio mis mejillas con mi antebrazo y me levanto de ahí porque de un momento a otro el enorme jardín con un sin número de lápidas comienza a cerrarse ante mí y me siento mareada.

-¿Estas bien?- Escucho una voz decir detrás de mí y por puro instinto me giro para ver la cara de aquella voz desconocida. –Se lo difícil que puede ser visitar a tu familia en un lugar como este- Limpio mejor mi rostro y echo mi cabello hacia atrás tratando de dedicarle una pequeña sonrisa. –La verdad es que no es un familiar al que visito, pero se acerca- Contesto notando lo dañada que sigue mi voz.

-Aun así, es difícil estar en este sitio- Se acerca a mí y limpia una lagrima que se me ha escapado hasta mi mentón. –Soy Anne- Dice en voz baja porque no hay necesidad de que hable más alto por la cercanía. –Lauren-

Esto es lo que aprendí de Anne aquella tarde nublada. Es diseñadora de interiores y es por eso que su ropa lucía tan impresionante incluso aunque no quisiera, tiene mi edad y casualmente estudiabamos en la misma escuela, pero no recuerdo haberla conocido antes. Había visitado a su hermano pequeño que murió en un accidente cuando me encontró y tiene una sonrisa que alegra el día. No es que me esté enamorando de aquella chica pero me cambio el humor de forma impresionante solo con un "podemos tomar un café" y regalándome una plática larga.

-¿Dónde te habías metido?- Me pregunta mi hermana menor en cuanto entro por la puerta de la casa de mis padres, donde ahora me quedo. -¿Eres policía o qué?- Le respondo quitándome la cazadora y poniéndola en el perchero de alado. –Camila está aquí torpe, llego desde hace horas pero tú estabas desaparecida-La dejo hablando en la otra habitación y camino hasta el comedor donde ella se encuentra con mi madre.

Veo que en cuanto notan mi presencia se sueltan de las manos y me pregunto de qué estarían hablando pero no me da tiempo de preguntar porque mi madre se levanta para recibirme. –Aquí estas- Me envuelve en sus brazos y le correspondo para después acercarme a Camila. –Lo siento no sabría que vendrías-

Beso su mejilla despacio y ella asiente con una sonrisa, aunque es mínima aprecio el gesto. –No te preocupes, de hecho ya me iba- Niego con la cabeza pero ella me pasa y toma sus cosas agradeciéndole a mi madre su tiempo.

-¿Podrías esperar?-Levanto la voz porque parece que no vino aquí para verme. Se gira con los brazos cruzados sobre su pecho y me espera. - ¿Por qué te vas?- Enserio Lauren, ¿eso es lo único que preguntas? –Porque estuve esperándote horas pero al parecer tenías mejores cosas que hacer... y se hace tarde-Comenta mirando hacia el cielo que poco a poco se va oscureciendo. –Espera- Tomo su mano para girarla pero lo que hace me deja en shock.

Sus manos empujan mi rostro al suyo uniendo nuestros labios en el beso más extraño que he dado en mi vida pero lo siguiente me deja ahora mareando, porque se separa y me gano una bofetada en la mejilla.

Aquí va nuestra mecánica de hace meses, donde hay un beso de por medio y un golpe y luego corre. –Demonios Camila, espera- Vuelvo a jalarla cuando la alcanzo pero se resiste, así que tengo que poner más fuerza hasta tenerla entre mis brazos llorando. Todo es tan raro y pasa tan rápido que me está poniendo ansiosa.

-Aquí estoy, no te pasará nada porque estoy aquí- Acaricio su espalda tratando de reconfortarla y esperar a que se calme aunque me lleva minutos. –Lo siento- Escucho decir de su parte pero niego con la cabeza. –Eres humano, puedes llorar cuando quieras- La separo lentamente de mi pero nos quedamos a una distancia considerable y no puedo evitar mirar sus labios, porque aunque acaba de besarme hace minutos atrás no es el tipo de beso que quería.

-Lo digo por...golpearte, no sé qué está pasando conmigo últimamente- Dice apenada, aunque estoy segura que sabe lo que le pasa, pero es tan cerrada que no me contará que se siente como la mierda. –Siempre puedo recibir golpes de tu parte-Respondo tratando de hacerla reír y lográndolo y tengo que absorber aquello porque no es usual que Camila Cabello sonría.

-Te llevo a tu casa-Le sugiero pero menea la cabeza y me pregunto porque no quiere ir con su familia en estos momentos. –Podemos no ir allá por favor- Pide y estoy más que dispuesta a hacerle caso a lo que me diga. –Okay- Tomo su mano entrelazándola y la jalo para que caminemos hacia el coche de mis padres, el cual me prestan mientras estoy aquí. Ella no pregunta ni pone resistencia así que obedece a entrar a este cuando le abro la puerta.

El camino un tanto largo nos deja en una colina con vista a la ciudad. Apago el auto y me dejo caer en el asiento. –Quiero regresar a Miami Lauren- No entiendo a lo que se refiere y pienso que esto fue mala idea así que me giro para verla. -¿Cómo?- Sonríe acercando su mano a mi cabello para meter un mechón de este en mi oreja. –Me refiero a que, no quiero volver a Nueva York y estar sola. Quiero regresar aquí a mi ciudad. Quiero estar con mi padre y ver a Sofi graduarse. No tengo nada en Nueva York-

-¿Qué hay de Dinah?- Se encoge de hombros regresando la vista al frente pero yo sigo mirándola. –Lo entenderá. Además ahora va a casarse y tiene otras prioridades- Sinceramente yo creo que Dinah enloquecerá cuando Camila le diga lo que piensa hacer pero decido no hablar de ello. – ¿Lo entenderías tú?- Pregunta tras ver que no le respondo y recuerdo que yo también vivo en aquella ciudad pero siento que es demasiado fácil para mi elegir... y la elijo a ella. –Me vendré contigo-Lo digo sin pensarlo realmente y me gano su atención nuevamente.

-¿Qué? No Lauren, no pue- No quiero escucharla más y junto nuestros labios en un beso lento a comparación del otro. Espero a que ella corresponda y me alegra que no dude en hacerlo así que tomamos un ritmo parejo donde no hay nada más que sentimientos. Paso mi mano a su cuello y la recorro hacia atrás empujando más nuestros rostros aumentando el ritmo.

-No puedes- Dice mientras nuestras frentes permanecen juntas y sonrió dándole un beso corto. –Te amo y no espero que me respondas lo mismo porque sé que me pediste tiempo, pero solo tienes que entender que no puedo perderte de nuevo. Sé que estas sufriendo ahora mismo pero quiero ser la persona que años después mires y puedas decir que estuvo ahí contigo... En las buenas y en las malas- Sus ojos ahora son cristalinos y apuesto a que los míos también. Apoyo con más fuerza mi frente y cierro los ojos. Así permanecemos un buen tiempo.

-Está bien-Dice y puedo ver aunque sea una pequeña parte de esperanza de su parte que me impulsa como no tenía idea.

Ella decide no regresar a casa por esta noche así que en la madrugada nos pasamos a los asientos de atrás para poder acurrucarnos y si, también aprovecho para besarla hasta que no tenga como respirar. Ni siquiera deseo intentar algo más haya, porque así estoy feliz, con la increíblemente rota mujer en mis brazos.

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Así que decidí escribir algo del lado de Lauren, para que supieran un poco de lo que pasa en su cabeza acerca de Camila.... Y si Anna se convertirá en un personaje un tanto principal.

Espero les guste.



A Broken Heart / CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora