Capitulo 3

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La piel del lujoso auto deportivo se sentía cálido sobre mis manos. Tras haberme puesto el cinturón y que Chris arrancara tan rápido, hasta el punto de hacerme creer que planeaba presumir algo. Ahora estábamos en la carretera rumbo a algún restaurante o cafetería ya que él se había ofrecido a invitarme algo y después de pensarlo no creí que fuera mala idea, después de todo de esta forma podría averiguar si su hermana estaba quedándose aquí de manera permanente o solo vino a visitarlo.

El hermano menor de Lauren era sumamente apuesto, tenía su cabello bien arreglado del mismo color que el de ella y su barba ahora afeitada hacía que pareciera solo un joven de universidad, además de que era cómico y nunca pensé que el viaje de la empresa a la cafetería fuera tan ameno.

Aparco el auto sin dejar de reír por unos segundos más mientras yo mantenía una sonrisa tras su broma pasada. Bajamos del auto y me llevo hasta la puerta donde la abrió para mí y buscamos una mesa para dos. -¿Qué hacías aquella noche en la inauguración?- Me preguntó y tuve que bajar la carta de mis manos para poder verlo. Entonces recordaba esa noche y supongo que también el arrebato de su hermana para ir tras de mí.

-El novio de mi amiga es familiar cercano del dueño de ese club y nos invitó- Respondí con desdén esperando que dejara ese tema por la paz y se conformara con mi respuesta, lo cual no hizo. -Conoces a mi hermana, Lauren Jauregui- Volvió a cuestionar y aclare mi garganta con un pequeño escalofrió al escuchar su nombre. -Ella y yo tuvimos diferencias en el pasado, en un trabajo, así que te agradecería no hablar de ella y también que no menciones que me conociste- Le pedí con una mirada de "por favor" esperando dejara ahora si el tema; y lo hizo.

Una camarera se acercó a nuestra mesa y pedimos café y pastelillos. Chris era también un casanova y se la pasó mirando sugerentemente a Claire mientras venia y traía nuestros pedidos y después volvía a acercarse para ver si todo andaba bien. Al término de nuestra velada ella le llevo una pequeña tarjetita con su número telefónico. -Mira quien ha conseguido una cita- Me burle descaradamente aunque no trato de que no viera el gran numero. Él se encogió de hombros y dejo una buena propina y salimos de ese lugar.

En esa hora y media o un poco más que estuvimos hablando me enteré más de la familia de Lauren que lo que ella me dijo en los tres años que conviví con ella algo que hizo la odiase aún más.

-Pensé que eras más de chicas Mila- Deje mi bolsa en el perchero cerca de la puerta y mire a Dinah sentada en el sofá con su portátil sobre las piernas, como si hace unos minutos no me hubiera estado espiando abajo y fuera una bruja como para saber sobre mi salida con un Jauregui. -Sabes que no me importa si es hombre o mujer, pero él no es nada más que un compañero de trabajo... oh y su nombre es Chris Jauregui- Le solté con una sonrisa porque sabía que así llamaría su atención pero puse mi cara de póquer y camine a la cocina llenando un vaso de agua.

-¿Es que estás loca? Como puedes andar por ahí con el hermano de Lauren- Me recargué en la encimera y levante mis cejas como diciendo, "no tiene nada de malo" y ella me miro furiosa. – Es mi editor así que de alguna u otra forma tendría que hablar con él y que mejor que sacarle información sobre Lauren- Dije, pero ahora que recuerdo nunca saque el tema, ni siquiera pregunte si su hermana estaba de vacaciones o algo así y me di una bofetada mentalmente por ser tan estúpida.

-Ahora eres manipuladora...¿Dónde quedo la Camila que conocí en la escuela?-

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-Dinah tienes que parar o se dará cuenta de que te lo estas comiendo con la mirada- Le di un mordisco a mi sándwich que ese día mi mamá me había puesto en la mochila mientras ella no dejaba de mirar al coreback del equipo de futbol. Era un chico apuesto, de tez bronceada y por supuesto tenía unos brazos musculosos, algo que mataba a Dinah y era su nuevo objetivo.

Desde que Dinah se cambió de ciudad porque su padre consiguió un trabajo en Miami nos hicimos inseparables, no es que no lo fuéramos ya, pero estar en diferentes ciudades resultaba difícil para ambas. Además tenerla quería decir que no tenía que acaparar el tiempo completo de Lauren.

-Así luces tú cuando miras a Ralph- Me gire a verla con ojos amenazadores para que no dijera otra cosa más y levanto las manos en sinónimo de paz. –No la miro así y lo sabes- Le contesto continuando con mi almuerzo sentada en el césped del gran campo de la escuela. –Si tú lo dices- Se encoge de hombros y sigue mirando al chico.

Después del almuerzo regresamos a nuestras últimas dos clases aunque en el resto del día no vuelvo a ver a la chica de ojos esmeralda, ya que no compartimos las mismas clases y en cierta forma eso me alegra porque así no tengo que estar nerviosa de su mirada durante todas las horas y en cambio Dinah me ayuda a concentrarme, bueno a veces, cuando no trata de ponerme en ridículo frente toda la clase.

Estoy guardando mis cosas en los casilleros después de un largo día y cuando lo cierro doy un respingo al ver a Lauren a un lado de mí. –Dios, casi m matas de un susto- le digo tocando mi pecho con mi mano y sintiendo mi acelerado corazón; ella me mira con esa sonrisa que solo una persona en este mundo tiene y es Lauren, hace que me derrita. –Tienes algo que hacer hoy, necesito ayuda con un trabajo de matemáticas y dado a que eres genial con eso...pensé que-dice encogiéndose de hombros y puedo notar el nerviosismo en su voz, por lo que supongo en verdad tiene problemas. -Claro-

Llegamos a mi casa después de unos minutos de salir del instituto y tomo a Lauren de la mano para subir hasta mi habitación, ya ha estado un par de veces aquí por  lo que mis padres no tiene algún problema, saben que Lauren es totalmente hetero y solo somos amigas...algo que quisiera cambiar con todas mis fuerzas pero desde que Lauren volvió con su ex novio estoy fuera de cualquier relación amorosa.

Estuvimos estudiando hasta tarde mientras yo intentaba enseñarle lo mejor que podía algunas fórmulas pero ella parecía tener la cabeza en otro lado. –¡Para por favor!- me grito exasperada llevando sus manos a su cabeza y me sorprendió el arrebato de emociones que le dio en un segundo. Me quede callada con las piernas cruzadas aun en mi cama mirándola. -Lo siento Camz, pero no puedo concentrarme- Me dijo volviendo a mirarme con una pequeña sonrisa a modo de súplica, una sonrisa que yo no creí y supuse que algo en verdad estaba mal así que me acerque con cuidado hasta ella y levante mis brazos de forma dudosa hasta que ella se lanzó a mí.

-Soy una idiota, una idiota que no aprende- dijo una y otra vez y por más que quisiera decirle que no era cierto tenía que dejarla hablar y que se desahogara por todo lo que sentía en estos momentos. –Me engaño ¿sabes? Lo hizo de nuevo Camz y quiere darme explicaciones de mierda diciendo que no fue lo que parecía- Su voz se quebró y la sostuve más cerca de mí.

Aquella noche experimente un corazón roto, lo bueno o malo como lo quieran ver, fue que no era el mío sino el de la chica de mis sueños.

A Broken Heart / CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora