Parte tres Hicimos el amor

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 "  Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta."

(Sam Keen) Escritor americano. 



A veces las personas nos dan grandes lecciones, mi lección fue que aunque exista un amor indestructible... Es posible que se transforme hasta deshojarse. Paso las noches en mi cuarto a oscuras pensando en las posibles cosas que podría hacer, creo que después de todo, el insomnio regresa, las ganas de volver a sus brazos son insoportables

Pienso en las razones del porque no me eligió a mi... No creo que haya sido egoísta y yo tampoco lo fui. Es importante decir que para esta mujer, la vida siempre fue y será un rompecabezas con piezas interminables, Adam se convirtió en una pieza inigualable, no puedo negar que jamás olvidaré la primera vez que me beso y la última, y no puedo negar que una de las facetas más dolorosas de mi vida ha sido besarle por última vez, creo que después de todo, nada está asegurado, siempre he luchado por las cosas que me he propuesto en la vida y después de todo mi decisión de irme a Grecia no fue por vacaciones... fue porque esperaba encontrar la oportunidad de verle de nuevo.

Hay muchos enredos que aún no logro deshacer y al pensar que el viaje ayudaría creo que lo enredo peor, Adam se fue de mi vida, porque siempre fue un hombre de negocios con la idea de crear su propia empresa de turismo, así que empezó a ir a reuniones a informarse más de cómo iba a llevar a cabo sus planes, su tiempo para mi empezó a reducirse, comprendía aunque en muchas ocasiones no puedo negar que me hacía falta, no se lo decía porque creo que en el fondo tenía miedo de que decirle y eso generará más problemas, aun así los problemas empezaron, y todo fue muy rápido, pasamos de nuestra dulce historia de amor "perfecto" a un infierno, a veces pienso si todos esos problemas ayudaron a tomar su decisión, dure casi 6 meses culpándome por algo que no fue decisión mía, creo que en la mayor parte del tiempo luche por hacerle feliz y al fin de cuentas... eligió tomar otro camino.

***

Lo más difícil es que estaba planeando la boda, desde que tengo memoria me han encantado los eventos y organizarlos me emociona, ademas como no hacerlo si se trataba de uno de los eventos más importantes en la vida de una pareja. Me dedique a buscar el lugar, la comida, las flores, los arreglos... todo, recibí ayuda de mi hermana, teníamos todo listo, estaba muy emocionada, pero notaba que cada vez que le mencionaba a Adam lo emocionada que estaba el cambiaba de tema, me evadía, pasaba horas en su trabajo, no me llamaba en todo el día y de pronto solo llegaba me daba un beso, se acostaba, se daba la vuelta y se quedaba dormido.

Siempre que sucedía eso no puedo negar que me generaba una gran frustración, desde que empecé a tener sexo con Adam me volví una adicta, creo que en el fondo sentía frustración, tristeza y rabia, porque ¿Cómo era posible que no quisiera acostarse conmigo? él era muy activo, no había día donde no jugueteáramos... recuerdo una vez que me hizo el amor en la ducha, solo porque yo tenía que irme a duchar rápido para irme al trabajo, nunca olvidare sus manos sobre mis caderas, y me decía - Mariana... no olvidare nunca que se siente estar dentro de ti- lo dijo y fue increíble esa vez sentí como si fuéramos aun unos chiquillos.

Con lo de chiquillos me refiero a nuestra primera vez, recuerdo cada sensación como si hubiese sido ayer; habíamos pasado un día espectacular, esos que deseas recordar para toda tu vida, habíamos ido de fiesta, habíamos bebido un poco de vino y nos habíamos sentado a ver las estrellas, creo que en el fondo nunca le gusto el romanticismo, pero termino aceptando mi manera extraña de ver nuestra relación, estaba con un vestido morado de lentejuelas, llevábamos tiempo de conocernos y queríamos celebrar san valentin y aunque en nuestro país no se celebra en esa fecha, queríamos estar juntos y ese fue un motivo.

Llegamos a su casa, me vendo los ojos antes de entrar. Y me dijo:

- Nena, tengo una sorpresa para ti. - Creo que en el fondo algo me decía de lo que se trataba, pero no tenía idea de que se trataba.

- sé que te gustan lo erótico y misterioso... y quería que nuestra primera vez, fuera muy especial.

Creo que todo en el estómago se me revolvió, creo que después de todo, me asuste un poco, di dos pasos hacia atrás, sentí que quería irme.

- Déjame besarte... - Dijo con voz entrecortada, la habitación tenía un delicioso olor a frutas.

- Es solo que tengo miedo Adam.

-No tengas miedo... eres preciosa, quiero hacerte sentir maravillosa.

Sus palabras me hicieron un poco de gracia, me relaje, comenzó a besarme lentamente, acariciaba mi rostro de una manera tan sutil y tierna, me dio la vuelta con un gesto rápido y me mordió el lóbulo de la oreja haciéndome estremece; bajo la venda de mis ojos, y vi la habitación llena de velas... y había flores en la cama. - Quiero que sepas que te amo cariño.- empecé a sentirme excitada, mi respiración se aceleraba segundo a segundo.

Tomo la cremallera de mi vestido con su boca y comenzó a bajarla por mi espalda, no pude contener un gemido, sentí como mi sexo reaccionaba húmedo ante sus caricias. Los besos comenzaron a acelerarse, mi vestido estaba en el suelo... sentí que tenía que hacer algo, pero no sabía, me gire lentamente, tome su cinturón y empecé a quitarlo, él me ayudo un poco.

Me recostó en la cama, quito mi sostén y comenzó a acariciarme los pechos, tomo mis manos entre una de sus manos y las puso sobre mi cabeza, sentí mis pezones entre sus dientes, mis ojos se cerraban y en mi cuerpo había una sensación inexorable que necesitaba ser saciada, hizo una ruta de besos hasta mi pelvis y continuo besando mis muslos, abrió mis piernas y comenzó a lamer mi sexo... me sentí extraña, iba a explotar, su lengua increíble era la culpable de que mi mente se sintiera nublada.

Tomo un condón y lo puso en su sexo. -¿Quieres que entre en ti? creo que esa ha sido una de las preguntas que más me ha gustado responder, asentí, y sentí que su sexo entraba en mi lentamente, es como si el universo se hubiera detenido, como si el tiempo se hubiera reducido a la mitad, sus caderas estaban desesperadas por tenerme, me miraba a los ojos y eso para mí era la muestra más sublime de que su mente y su cuerpo eran uno... estaban conmigo.

Cerrólos ojos por un momento... tomo mis pechos con fuerza y grito mi nombre, siguió moviendo las caderas y sentí que estaba a punto de llegar al clímax, mis manos tomaron su trasero con fuerza y dije mientras me retorcía de placer debajo de su cuerpo... ¡Adam!    















SexopolitanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora