Maratón 3/3
Historia de Mshindi y Tatizo
Narra Mshindi:
Hoy me reuniría con mi mejor amigo Tatizo, nos veríamos en un lago que hay aquí por la zona. Al llegar encontré a Tatizo con dos leonas jóvenes, me alegré ya que eran de nuestra edad. Contento me acerqué y les pregunte sus nombres.
-Yo soy Uzuri, ella es Maby.-dijo una con hermosos ojos grises.
-Preciosas, el es mi amigo Mshindi
-Encantado-dije
-Oye-me susurró Tatizo-fíjate en Uzuri, es preciosa
-Pues sí, ya me fijé en ella.
-Pues ella será mía-dijo mientras se paraba-Oye Uzuri, ¿te gustaría venir a dar un paseo conmigo por la tarde?
-Por supuesto, con mucho gusto.
***
Admito que estaba un poco celoso, pero decidí seguir a Tatizo y a Uzuri, solo para ver a dónde iban. Estaba detrás de unos arbustos cuando se rompió una rama y caí JUSTO al frente de ellos dos.
-¡Qué demon...!-exclamó Tatizo-Mshindi, ¿qué haces aquí?
-Yo.....ehhhh.....estaba buscando.... una cebra, sí eso...porque...las leonas están descansando y pues..... me dio hambre. Ahora me voy........-me fui corriendo.
***
Ese día invité yo a salir a Uzuri. Sabía que le gustaba cazar así que la invité a cazar unas gacelas. Atrapamos un par y comimos. Luego fuimos al lago a beber un poco de agua y dormimos un siesta.
Cuando me desperté ya no estaba, supuse que se habría ido a su casa así que regresé a la mía.
En el camino me encontré a Maby, se veía algo triste, así que le pregunté qué le pasaba.
-¿Prometes no decir nada?-asentí con la cabeza-me gusta Tatizo. Pero a él le gusta Uzuri, no se qué hacer.
-Yo podría ayudarte
-Sí, claro ¿Pero cómo?
-Yo invitaré a Uzuri mañana y tú aprovecharás para salir con Tatizo.
-Hecho. Gracias Mshindi, hasta mañana.
***
Salí temprano a buscar a Uzuri pero cuando la encontré estaba tirada en el suelo.
-Uzuri, ¿Uzuri?
Creí que estaría dormida, pero caí en la cuenta de que estaba junto a un arbusto de belladonas.
Me fijé si respiraba y no era así. Salí corriendo en busca de Maby y de Tatizo, y los encontré bajo la sombra de un árbol. Les conté lo que pasó y Tatizo se me lanzó encima.-Tu la mataste, es tu culpa.
-Yo no fui, debió comer la belladona, no es mi culpa.-me lo quité de encima.
Cada quién se fue a su casa, pero desde entonces no volvimos a ver a Tatizo.
Tiempo después nos llegó la noticia de que había formado una nueva manada, una manada enemiga.

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Dos leones
RandomDos amigos leones. Un león y una leona que se adentrarán juntos en diversas aventuras. Los/as lectores/as crecerán junto a los personajes de esta fascinante historia.