Capitulo 8 (extra)

239 18 0
                                        

Maratón 3/3

Historia de Mshindi y Tatizo

Narra Mshindi:

Hoy me reuniría con mi mejor amigo Tatizo, nos veríamos en un lago que hay aquí por la zona. Al llegar encontré a Tatizo con dos leonas jóvenes, me alegré ya que eran de nuestra edad. Contento me acerqué y les pregunte sus nombres.

-Yo soy Uzuri, ella es Maby.-dijo una con hermosos ojos grises.

-Preciosas, el es mi amigo Mshindi

-Encantado-dije

-Oye-me susurró Tatizo-fíjate en Uzuri, es preciosa

-Pues sí, ya me fijé en ella.

-Pues ella será mía-dijo mientras se paraba-Oye Uzuri, ¿te gustaría venir a dar un paseo conmigo por la tarde?

-Por supuesto, con mucho gusto.

***

Admito que estaba un poco celoso, pero decidí seguir a Tatizo y a Uzuri, solo para ver a dónde iban. Estaba detrás de unos arbustos cuando se rompió una rama y caí JUSTO al frente de ellos dos.

-¡Qué demon...!-exclamó Tatizo-Mshindi, ¿qué haces aquí?

-Yo.....ehhhh.....estaba buscando.... una cebra, sí eso...porque...las leonas están descansando y pues..... me dio hambre. Ahora me voy........-me fui corriendo.

***

Ese día invité yo a salir a Uzuri. Sabía que le gustaba cazar así que la invité a cazar unas gacelas. Atrapamos un par y comimos. Luego fuimos al lago a beber un poco de agua y dormimos un siesta.

Cuando me desperté ya no estaba, supuse que se habría ido a su casa así que regresé a la mía.

En el camino me encontré a Maby, se veía algo triste, así que le pregunté qué le pasaba.

-¿Prometes no decir nada?-asentí con la cabeza-me gusta Tatizo. Pero a él le gusta Uzuri, no se qué hacer.

-Yo podría ayudarte

-Sí, claro ¿Pero cómo?

-Yo invitaré a Uzuri mañana y tú aprovecharás para salir con Tatizo.

-Hecho. Gracias Mshindi, hasta mañana.

***

Salí temprano a buscar a Uzuri pero cuando la encontré estaba tirada en el suelo.

-Uzuri, ¿Uzuri?

Creí que estaría dormida, pero caí en la cuenta de que estaba junto a un arbusto de belladonas.
 Me fijé si respiraba y no era así. Salí corriendo en busca de Maby y de Tatizo, y los encontré bajo la sombra de un árbol. Les conté lo que pasó y Tatizo se me lanzó encima.

-Tu la mataste, es tu culpa.

-Yo no fui, debió comer la belladona, no es mi culpa.-me lo quité de encima.

Cada quién se fue a su casa, pero desde entonces no volvimos a ver a Tatizo.

Tiempo después nos llegó la noticia de que había formado una nueva manada, una manada enemiga.



Dos leonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora