Prólogo

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El veintitrés de diciembre en la habitación del hotel, Pablo le contaba a John lo que le habían dicho que tenían que hacer. Se prepararon y sin dar pistas ni nada, se dispusieron a ir al lugar indicado.
Al llegar, Pablo le colocó rápidamente y se fue como si nada hubiera pasado. John estaba tumbado en el suelo. Pensativo sobre la situación tan vergonzosa que le estaban haciendo pasar pensaba que dónde estarían sus compañeros, que no llegaban. Ahí fue cuando John con los ojos cerrados lo notó... No le dio tiempo a abrir los ojos, ni a ver quién era...

AhogadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora