-¡Hari, no puedes quedarte aquí!
¡No así!- Así suena Thomson dando unos sonoros golpes en la puerta de mi habitación un viernes noche.Cojo la almohada de mi cama y al colocarla sobre mi cara no puedo evitar soltar un bufido.
-¡Callateee!-Mi voz rebota con la almohada haciendo que suene un tanto ronca.
Los golpes dejan de sonar.-Abre la puerta.- la voz de mi querido hermano suena como si le hubieran tirado un baso de agua fría. Literalmente.
-Déjame ¿vale? ¿Que no entiendes?-Pego un brinco de mi cama y me pongo frente a la puerta, por unos segundos dudo en si quitar el seguro o no.
-Por favor yo...-Lo interrumpo ya que la abro y me encuentro con el odio personificado, el pelo empapado y con los dientes chirriando.
-Vete Thom.
-Hariadna...-Cierro la puerta.
Un golpe lleno de rabia e ira hace hueco de nuevo en mi puerta mientras le mando un mensaje a Madison, mi mejor amiga.-¡Joder Hari! ¡Eres mi hermana pequeña, deja que me preocupe por ti!
Bruscamente abro la maldita puerta con mi bolso en el hombro.
-Pues tu forma de preocuparte por mi da asco, hermano.- Y acto seguido salgo por la tan admirada y adorable puerta de la casa de los Mongovery.Sí, todos en mi pequeña ciudad aman a mi familia, mamá trabaja para una importantísima empresa de cosméticos y papá es el director general de una fábrica de coches de ultima gama.
Siempre he pensado que todos creen que somos la familia perfecta, buen trabajo, y siempre unidos, pues no. No es para nada un buen trabajo ni para nada estamos unidos, mis padres trabajan todos lo días y apenas vienen a casa para vernos, mi hermano como es de esperar es uno de los chicos mas populares de toda la ciudad, hace poco me enteré de que la gente lo llama "Don perfecto" y como no estoy yo, todo el mundo dice que en cada familia hay una oveja negra, yo soy esa puta oveja.
Es raro que me compare con un animal como este,pero esa es la verdad, la gran mayoría de chicas hijas de alguien 'importante' suelen ser una niñas mimadas, con todo lo que quieren y desean, las princesitas de papi y mami ¿verdad? Pues yo no, a mis 18 años estudio por la mañana y trabajo por la tarde en un bar hasta las 3 de la mañana, y lo mejor es para que me paguen unos 1000 euros al mes, se que no es un buen sueldo, pero es lo que hay, nuestros padres no nos mandar suficiente dinero para poder pagar nuestros gastos teniendo en cuenta que Thomson y yo somos estudiantes y él esta en el último año de carrera.La cabeza me da vueltas, siempre o casi siempre me peleo con mi hermano unas 20 veces diarias, es demasiado protector y no quiere que me pase nada, lo sé, pero soy mayorcita, se cuidarme, pero el no parece entender eso.
En estos momentos voy hacia la cada de Madison, ella es una de mis mejores amigas y siempre que necesitó ayuda ahí esta ella.
Después de unos 20 minutos andando por fin llego a la maravillosa casa de los Scott, ellos si que son una familia ejemplar, son la típica familia de anuncios de la televisión que ríen y cantan villancicos en navidad, que de verdad si están unidos, no como nosotros.
-Haaariiiii- Me saluda Madison estrujandome como un peluche haciendo que suelte una pequeña carcajada.
Demasiado afecto por hoy.
-Vale, vale, ya
-¿Que ha pasado?
-Peleas con Thomson, ya sabes.-Hago una mueca.- Sin importancia.
-No podéis seguir así, sois hermanos- Dice mientras sube los escalones asta llegar a su habitación.
-Es siempre lo mismo Madi.-Intento no preocuparla, es como una hermana para mi.
-Si bueno...- Dice no muy convencida.
La pantallita de su movil se ilumina mostrando una foto donde sale una de nuestras otras amigas, Elisabeth.
-¿Que dice? - me apresuró a decir.
Madison me hace un gesto. Con la mano para que me calle.
-Aja... Si... Vale...de acuerdo, claro que si- se rie.
-¿¡Que pasaa?!- La intriga me consume.
-Shhhhhh.- pone un dedo sobre su boca haciendo que me calle.
-Vale, dento de una hora, allí estaremos.-Me guiña un ojo- Adiós Eli.
-¿Que paaaasaa?- vuelvo a preguntarle.
-Hay fiesta en el desfiladero, estamos invitadas.- Suelta un grito de emoción.
Esta noche va a ser larga.
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R A I N Y.
RomanceNo pensé que al cumplir los 18 me enamoraría, nunca lo he estado, digo, ¿De verdad estoy enamorada de el? Sí. Amo con todas mis fuerzas a la persona asquerosa y extraña que es James, James Lowings.