Despierto gracias a el despertador de mi móvil, tardo unos minutos en darme cuenta que acabo de pasar la noche en el coche de una de mis mejor amigas, miro la hora en el pequeño reloj y rebuscó entre los cajones para encontrar algo de maquillaje y con suerte un chicle, tengo la mismísima cara de un zombie.
Tras 10 minutos de maquillaje estoy orgullosa con el aspecto con que ha quedado mi cara, ahora solo queda ir a la casa de Madison y devolverle el coche.-Mmm Buenos días. -Me saluda mi amiga una vez en su casa.
-¿Con resaca?-Bromeo y le doy un golpecito en el hombro.
-Callate...-Se masajea la sien provocando una risa por parte mía. -¿Donde has dormido?
-En tu coche, esta sano y salvo tranquila. -Suspira y sonríe levemente.
-Parece que ayer conociste a James ¿eh?-Su sonrisa se vuelve algo pervertida y hace que me ponga nerviosa.
-¿Que?-Tomo un poco del café que hay en su mesa de estudio. -Ah si ese.
-¡No te hagas la tonta!-Ríe sonoramente. -¿El chico no está mal verdad?
No tengo palabras para contestarle a eso, no me creo que me este haciendo esa pregunta, Madison siempre a tenido una pequeña obsesión con Christian desde que eramos unos enanos, se que lo pregunta para hacerme chinchar y escuchar lo que quiere oír.
-Sí, si esta mal, para mi sí.-Digo tan rápido que apenas logra enterarse.
-Oh pues mejor.-Sonríe. -Porque ese chico no conviene.- Se tumba en la cama bocabajo.
-¿Que no conviene?-¿De que habla? Vale que James y yo no hallamos empezado con buen pie, pero... a lo mejor... si... Bah da igual.
Madison se posiciona nuevamente sobre la cama y me mira.-Todo el mundo le tiene miedo Hari, no conocen nada de el y es uno de los chicos mas respetados.- Hace una pausa para recoger el montón de libros que hay a su lado y los suelta de golpe en el suelo. -Simplemente no conviene.
-Es amigo de Christian, bueno, conocido o algo.- Me corrijo y bebo nuevamente del café.
-Vaya, parece que habéis estado hablando ¿eh truana?- Sonríe de forma picara y puedo notar como en sus ojos hay diversión, no pasó nada de lo que ella piensa.
-Solo le pregunté si eran amigos cuando lo llevé a su casa, nada más.-Ruedo los ojos y le tiro un cojín que hay en la mesita para que pare de mirarme así.
-Oh vale, prefecto, pues entonces no te importará venir esta noche también a los desfiladeros.
-¿Enserio? Madison tienes una resaca de la ostia ¿y tu estas pensando en salir hoy también?
-Vale, vale.-Levanta las manos en forma de rendición. -Sabia que te rajarías pero no que me echadas más bronca que mi madre.-Ríe.
-¿Que me rajaría?
-Sí.- Me señala. -Sabes perfectamente que cuando veas de nuevo a James te vas a morir de vergüenza.
-No, ¿Por que me iba a <morir de vergüenza>? Si apenas lo conozco y he hablado con el...
-Pues por eso mismo.
-Bah, tonterías.
-Ve.
-No.
-¿Por qué?
-Porque no quiero.
-Mentira.
-Verdad.
-Mentira.
-Eres como un grano en el culo Madison.
-Pues ve y te dejo tranquila.
-¿Seguro?
-Segurisimo.- Asiente con la cabeza repetidas veces.
-Vale, pero me quedaré un esto y me iré antes de media noche.
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Hariadna Mongovery en multimedia.
¿Que tal va la historia?
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R A I N Y.
RomanceNo pensé que al cumplir los 18 me enamoraría, nunca lo he estado, digo, ¿De verdad estoy enamorada de el? Sí. Amo con todas mis fuerzas a la persona asquerosa y extraña que es James, James Lowings.