-Me voooy a hacer un Piercing de esos-Dice mi amiga mientras llegamos a su coche.
-Si, claro, lo que digas.- Esta demasiado borracha, cualquiera que conozca bien a Madison sabe que ni loca se haría un agujero en su cuidada piel.
James quiere ocultar su risa tras nosotras pero no da resultado, no para de soltar carcajadas y aunque me moleste la situación es de admitid que tiene una sonrisa preciosa.-Lo digo en serio.-Dice alargando las vocales finales.
Por fin llegamos al coche y lo primero que hago es meterla en los asientos de atrás, no puede conducir así. Una vez dentro todos el chico se sienta en el sitio del copiloto. Oh si, genial.-A tu novio le sientan bien.-Dice la voz proveniente de los asientos traseros.
-¿Que?-Contestamos James y yo al mismo tiempo.
-Que a tu novio le sientan bien los piercings.-Señala a James y remarca la palabra novio.
-No es mi novio, estúpida.-Le lanzó una mirada fulminante y me posiciono para mirar hacia el frente para arrancar.
-¿Como? ¿Me estas dejando?-Dice James fingiendo dolor y con las manos en el pecho.
-Dios...-Ruedo los ojos y suspiro fuertemente.
-¡No! ¡No puedes dejarlo! ¡Es tu amo verdadero!-Madison es como un grano en el culo cuando esta borracha, si no fuera porque no sabe lo que dice la tiraría con el coche en marcha.
-¡No es mi novio, joder! ¡No se ni quien demonios es!-Estallo de una vez.
James saca de uno de sus bolsillos una caja de tabaco y de ella saca un cigarro.-No pretenderás fumar aquí ¿Verdad?-Le digo sin apartar la vista de la carretera.
Suelta una carcajada y baja la ventanilla.-¿Así mejor,cariño?
-No, no quiero que fumes aquí. Enciende el cigarro y le da una calada. Me hierve la sangre.
-¿Que no entiendes?-Insisto.-Oh vamos...no se como te pones así-Se queja y tira por la ventanilla el cigarrillo.
-¿Contenta?
Ruedo los ojos y solo quiero poder terminar esta maldita noche bien.
El camino se pasa en silencio, bueno, no del todo, mi amiga ronca, ronca mucho y James se queja, mucho además.
Después de 30 minutos llegamos a la casa de Madison.-Mañana te traigo el coche, tranquila.-Le digo pero ella solo asiente. Asco de alcohol.
Una vez mi amiga entra a si casa el chico que apenas lo conozco de 1 hora me mira.-Donde vives.- Pregunto.
-Avenida de Sweding.-Contesta sin apartar la vista de la ventana.
Después de 2 minutos silenciosos se digna a hablar.-¿Como te llamas?-Pregunta, hemos estado tan ocupados discutiendo que no le he dicho ni mi nombre.
-Hariadna.
-Ah...-Parece incómodo.
-Pero me dicen Hari ¿y tu?-Se perfectamente como de llama pero no tengo nada que perder.
-James-Hace una pausa.-Pero me suelen decir Lowings-Dice imitando mi voz haciendo que soltemos ambos una carcajada.
-¿Eres amigo de Christian entonces?-Si no lo llego a preguntar reviento.
-Si, bueno, algo así, somos conocidos. -Pasa una de sus manos por su pelo. -Lleva todo el tema de peleas y ese royo.
-Ah...
-¿Y tu?
-No me cae bien.-Digo sin pelos en la lengua.
-Vaya...-Ríe. -Que directa.
-Es lo que hay. -Hago una mueca. -A poca gente le cae bien.
James asiente y sonríe mirando a la carretera.
-Ya estamos. Dice una vez en la puerta de su casa. -Gracias por traerme. -Sonrie.
-De nada.-Le sonrio.
-Esto... Oye... A mi no se me suelen dar bien las despedidas así que no esperes que te voy a besar y que voy a acabar perdidamente enamorado de ti.
Suelto un bufido.
-Creeme que yo no voy a acabar enamorándome de ti,ni siquiera me iba a despedir pero adiós.
El chico vuelve a reír.
-Eres graciosa Hariadna.
-Claro, lo que digas, cuando termines de decir tus tonterías cierras la puerta.-Bromeo.
-Creó que no hemos empezado con buen pie.
-No, ya te aseguro yo que no.
-Ya nos veremos preciosa. -Me guiña un ojo y cierra la puerta.
Perfecto Hariadna cada vez te superas más.
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R A I N Y.
RomanceNo pensé que al cumplir los 18 me enamoraría, nunca lo he estado, digo, ¿De verdad estoy enamorada de el? Sí. Amo con todas mis fuerzas a la persona asquerosa y extraña que es James, James Lowings.