Capitulo 1

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Mi vida no podía ser peor, mis padres no estaban nunca y para colmo cuando los llamaba ni me atendían.

Mire hacia el costado de mi cama y estaba durmiendo tranquilamente mi nuevo cachorro, Sammy. Este fue uno de los tantos regalos de mi padre, para que mantenga mi boca cerrada.
No es que no me gustará la idea, me encantaba. Pero yo solo quería a mis padres de vuelta.

Trate de levantarme despacio para no hacer ruido y no despertar a Sammy, pero antes de que me diera cuenta, el pequeño sabueso volvió a tirarme a la cama.
-Sammy ya basta! -no podía aguantar la risa -vamos a desayunar - trate de incorporarme y me puse mis pantuflas.
Estaba bajando las escaleras, cuando escuché unas voces que venían de la cocina, eran Jane y Frank charlando con alguien.  Escuche que era un hombre, y al ver mi pijama entré en pánico. Antes de poder decidirme, Sam empezó a ladrar y al moverse, me empujó y resbalé los escalones que quedaban.

-Hola -sonreí nerviosa a Jane, que se asomó a través de umbral.
-Deberías ir a cambiarte- tenía razón, fui rápido a cambiarme y luego entre decidida a la cocina. El chico, de no más de 20 años, se presentó y estiró su mano hacia mi para saludarme.  -Hola, me llamo Liam Payne.- Trago saliva y supe que algo no andaba bien cuando Jane comenzó a hablar.
- Él fue contratado por tus padres. Será tu nuevo guardaespaldas. - abrí los ojos como platos. No lo podía creer. Era lo que me faltaba.
-El negocio de tus padres nunca fue fácil, Alice. Tienes que entender que la competencia haría de todo por destruir a la empresa.- juró que no creía nada de lo que oía. - Son personas muy ambiciosas y con muchos contactos. - Ya ni estaba escuchando.
-Osea que tendré una niñera, esto es genial. -estalle sarcásticamente después de un tiempo.
-Alice no seas así. -protesto Jane.
-Te acompañara a la escuela todos los días, y a cada lugar que salgas.
-Oh que bueno, cada vez se pone más interesante- ironicé. Estaban todos callados y yo solo caminaba de un lado al otro, pensando en voz alta. -¿También al baño deberá acompañarme? Dios mío. Esto no puede ser. Tengo 17. No dos años. Se cuidarme sola.
-Alice- dijo Frank, como no paraba, dijo fuertemente -Alice- seguía, así que me grito muy exasperado- Alice, ya basta.
-¿Qué? -grite exasperada y Antes de que me dijera algo, me fui furiosa a mi cuarto. No salí hasta la noche.

Mi GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora