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Punto de vista de Alex:

-Menos mal que te conozco- dice Bryan a mi espalada pero le ignoro- no sabía dónde más buscarte y recordé este parque- suspira- no me vas a responder ¿cierto?- se sienta a mi lado- Alex- me acaricia la pierna- confía en mí- me mira pero sigo mirando al frente- por favor.

-No puedo- susurro- no me salen las palabras.

-Luego te vas a sentir mejor- le miro y me sonríe.

-No quiero que te enfades- finjo una sonrisa.

-No lo haré- intenta convencerme.

-Te conozco- quito la sonrisa.

-Alex...- me mira con tristeza.

-No pasa nada- intento sonreír- me intentabas proteger.

-Pero te asfixiaba- agacha la cabeza.

-No- le acaricio la cara- me sentía segura. En serio. 

-Te trataba como si fuera tu padre y no como si fuera tu novio- parece molesto.

-No pasa nada- le acaricio la pierna- te he perdonado- otra de las razones por las que cortamos era eso... siempre quería verme y pasar tiempo conmigo, cuando no estaba con él, se preocupaba demasiado, me daba libertad y no necesitaba que le contara todo lo que hacía o con quien estaba pues había confianza plena entre nosotros, pero siempre quería protegerme y que no me pasara nada malo.

-No me siento así- niega con la cabeza- no confías en mí.

-Es que son cosas diferentes- hago una mueca.

-¿Qué tengo que hacer?- parece interesado.

-Nada- digo seria.

-Venga, Alex- me acaricia el brazo y habla más bajo, como si quisiera convencerme- puedo ayudarte.

-Hay cosas que no necesitan ayuda- hago otra mueca.

-Tengo dinero- dice serio.

-Hay cosas que ni el dinero arregla- muevo los hombros.

-Puedo conseguir lo que necesites- insiste.

-No- levanto el tono de voz- no necesito que me saques de todo.

-Solo quiero lo mejor para ti...- parece triste.

-Y te lo agradezco- digo en un tono cariñoso.

-Por favor....- me hace pucheros.

-No- insisto- no puedo, pensaba que iba a ser fácil porque eres tú pero creo que ese es el motivo que me impide decírtelo.

-Ni que estuvieras embarazada- algo dentro de mí explota y con ello mis lagrimales- ¿es eso?- se levanta enfadado- ¿quién ha sido? ¿el chico ese con el pelo verde? ¿ese es el chico cabrón del que hablabas antes?

-¿Ves?- le señalo- así era como no quería que te pusieras.

-Lo siento- se sienta y me seca las lágrimas con ambos pulgares - lo siento, Alex, pero eres como mi cachorrito al que tengo que cuidar y proteger.

- No tienes- me ofendo.

-Al que creo que tengo- corrige.

-¿Por qué crees que es el chico del pelo verde del que necesito hablar?- digo extrañada.

-Os vi el día que llegué- hace una pausa y pone cara de pena- parecía que estabais discutiendo, pero no discutiendo de la manera en la que los amigos discuten.

-Dios- me llevo las manos a la cara.

-¿Qué pasa?- apoya su mano en mi hombro- ¿es tu novio?

-No, nada- levanto la cabeza y finjo una sonrisa- no, no, es... un amigo.

-Con el que te acuestas- afirma.

No digo nada.

-Antes no eras así- me reprocha.

-Tampoco había conocido alguien como él- le defiendo.

-¿Alguien cómo? ¿que te deje embarazada?- dice con sarcasmo y le propino un manotazo.

-No estoy segura si estoy embarazada- digo ofendida- además, Michael es buena persona aunque a veces se niegue a demostrarlo.

-Lo siento- susurra.

-Aunque tenga miedo de querer a cualquier persona que no sea él mismo, sabe como hacerte sentir mejor- le ignoro- aunque a veces sabe como disparar.

-Si te hace daño deberías dejar de verle-me sonríe- a demás, estás mucho más delgada de lo que recordaba... ¿no será por él, verdad?

-No- intento evitar el tema aunque de cierto modo me hace sentir mejor que se haya dado cuenta, nadie parece darse cuenta- he estado enferma estos últimos días- hago una pausa- y no me hace tanto daño, supongo.

-¿Has ido al ginecólogo?- cambia de tema, supongo que hablar de otros chicos delante de él le hace sentirse incómodo.

-Sí- hago una mueca- pero no me hicieron nada la verdad, solo me dieron la cita, mañana tengo la ecografía.

-¿Te va a acompañar Comosellame?- esto último lo dice con sarcasmo.

-No creo que se acuerde que teníamos cita- vuelvo a agachar la cabeza- además, me acompañó la primera vez, sería mucho pedir.

-Te acompaño yo- dice rápido.

-No, no hace falta- sonrío.

-No estaba preguntando- me dedica una sonrisa sincera- además, ¿lo sabe alguien más? ¿alguien más te puede acompañar?

-Él- hago una mueca.

-Ya- no puede evitar reír- a parte de él.

-Mmmm- pienso- el ginecólogo- hago una pausa- y la chica que me vio nerviosa al esperar para entrar, supongo que se haría una idea.

-Alex- se ríe.

-No- suspiro- solo lo sabéis vosotros dos. Las chicas son muy... zorras- agacho la cabeza- ninguna de mis amigas lo entendería... a veces siento que solo saben criticar todo lo que hago mal, es como que soy la oveja negra del grupo, todas son doñas perfectas... cada vez estoy más a gusto con Michael.

-Igual es que le estás empezando a querer- dice con cierta pena.

-Después de ti no he querido a nadie... me cuesta hacerlo- finjo una sonrisa.

-Le sigues defendiendo cuando probablemente te haya arruinado la vida- afirma con la cabeza- algo de amor sientes por él.

-Tal vez- suspiro- pero que ni se te ocurra declarar tus sentimientos delante del señor, te odiará por saber que eres humano y tienes esas cosas dentro de ti- no puedo evitar reírme- por eso no me preocupo mucho por mis sentimientos, sienta lo que sienta no va a cambiar nada, y si lo hacen, será para peor.

-Si sigue acostándose contigo es por algo- intenta hacer que me sienta mejor.

-Eso decís todos pero es que no le conocéis, y aunque conmigo haya repetido e incluso me llame sñe que hay más, nunca lo ha negado.

-¿Lo ha afirmado?- pregunta.

-No- digo rotúndamente- pero es él y sé lo que se hace.

Michael Clifford no quiere a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora