Shichifukujin

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Los shichifukujin, como su nombre indica (shichi significa siete, fuku es suerte y jin es dios), son los siete dioses de la suerte. El grupo simboliza las siete virtudes del ser humano: la longevidad, la oportunidad, la popularidad, la franqueza, la magnanimidad, la dignidad y la bondad. 

Todos ellos tienen sus seguidores, dependiendo de la profesión de cada uno, aunque en general todos ofrecen buena suerte en los negocios y a los comercios. 

El dios Ebisu (恵比寿), único dios japonés de todos los que componen los siete dioses es el dios de la fortuna, la riqueza y los negocios. Normalmente viste un gorro de pescador y lleva consigo una caña de pescar en la mano derecha y un gran pescado en la mano izquierda, que suele ser un besugo, una carpa, un bacalao o una lubina, símbolos de abundancia en la comida y por lo tanto, de la riqueza. Es el patrón de los pescadores, los agricultores y los comerciantes y, en consecuencia, uno de los siete dioses más populares, además de por su origen.

La diosa Benzaiten (弁財天), también conocida como Benten o Benten-sama, es la única diosa de los siete que componen este grupo. Benzaiten es la diosa del conocimiento, la música, la literatura y las artes, en general. Benten, de gran belleza, es tradicionalmente representada con un instrumento de cuerda llamado biwa y a veces aparece en compañía de una serpiente blanca, símbolo de la buena suerte para los japoneses. Es la patrona de los artistas, las geishas, los escritores, los bailarines, los pintores, los escultores, etc.

El dios Daikokuten (大黒天), siempre sonriente y de piernas cortas, es el dios de la prosperidad y el comercio, razón por la cual aparece en muchas ocasiones junto al dios Ebisu, además de por ser su padre. Suele representarse vestido con ropas de cazador, con un saco repleto de objetos de valor en una mano y un mazo de la suerte con el típico diseño japonés en tomoe (tres gotas en un círculo, como persiguiéndose entre sí) en la otra. Es el patrón de los cocineros, los granjeros y los hombres de negocios, banqueros y financieros en general.

El dios Fukurokuju (福禄寿) es el dios chino de la sabiduría y la longevidad. Es fácilmente reconocible por su gran cabeza, que ocupa casi la mitad de su cuerpo y por ir a menudo acompañado de una tortuga, una grulla o un ciervo, símbolos japoneses de la longevidad. Suele representarse vestido con trajes tradicionales chinos y con un bastón en una mano del que cuelga un pergamino en el que hay escritas las enseñanzas y la sabiduría del mundo. Además, suele llevar un abanico de ceremonia. Se dice que le gusta jugar al ajedrez y por ello es el patrón de los jugadores.

El dios Hotei (補訂), también conocido como el Buda sonriente, es un dios calvo, regordete y muy sonriente que, como no podía ser de otra manera, es el dios de la felicidad y de la satisfacción en los negocios, razón por la cual a menudo podemos encontrarle en la entrada de muchos comercios. Además, es el dios de la alegría, la abundancia y la buena salud y guardián de los niños. Hotei siempre lleva consigo una gran bolsa que contiene un buen número de artículos necesarios para el día a día y para dar a los pobres. La tradición dice que acariciar su barriga –símbolo de generosidad– trae buena suerte.

El dios Bishamonten (毘沙門天) es el dios protector de la bondad y la fe y a menudo se le identifica como un símbolo de autoridad y de dignidad. Vestido con armadura y casco, en una mano lleva una pagoda o 'torre del tesoro' que simboliza la prosperidad y en la otra una espada que defiende la fe y le convierte en el perfecto guardián contra la maldad. Es el dios de la guerra y patrón de los luchadores, por lo que trae suerte en la batalla y en la defensa, además de ser el dios de la dignidad y de la buena fortuna, la riqueza, la felicidad, la bondad y la fe.

El dios Jurōjin (寿老人) es el dios taoísta de la prosperidad y la longevidad y el más anciano de los siete dioses de la buena fortuna, como muestra su larga y blanca barba. Vestido con ropas chinas, siempre lleva consigo un pergamino, que contiene un largo estudio del mundo y el secreto de la longevidad además de un bastón que, según la leyenda, contiene toda la sabiduría del mundo. A menudo suele representarse acompañado de un ciervo, una tortuga o una grulla, símbolos japoneses de la longevidad. Por su sabiduría y longevidad es el dios de los profesores, los científicos, los matemáticos y los maestros.

 Tradición: Una tradición relacionada con los siete dioses consiste en frotar o acariciar la cabeza y los hombros de las estatuas del dios Daikoku (el dios de la riqueza y la prosperidad) o la barriga del dios Hotei que hay en los templos japoneses; hacerlo nos asegurará riqueza y prosperidad laboral.

 Así que ya saben, Si visitan Japón, ¡buscar los siete dioses de la fortuna! Un buen amuleto y un regalito ideal :3




  


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