Just Once

°°Capitulo 1°°

Terminaba de darle algunos retoques a mi vestido negro muy pegado y corto. Para Celeste debo verme hermosa, ya que conoceré a mi "CHICO IDEAL". En este mundo no existe el chico ideal, e salido ya casi con 15 chicos, todos gracias a Celeste, yo no estoy interesada en buscar novio ahora, pero para Celeste debo buscarlo para no quedarme solterona.

-Papá, ya me voy!.-le grite a Marcus desde mi habitación.

Se abrió la puerta y asomo su cabeza.

-¿A que hora te dijo mama que regreses?.-pregunto Marcus.

-Papá, saldré con Celeste -. Dije guardando mi celular y otras cosas en mi bolso -. Eso quiere decir que vendré a las 3.

-Prefiero que se queden en la casa de Celeste. Yo le diré a mamá –. Se acerco y me dio un beso en la frente -. Cuidado princesa. Te quiero.

-Yo también papá –. Dije saliendo por la puerta.

Baje las escaleras y mis dos hermanos (Estrella y Max), se encontraban jugando piedra, papel y tijera en el salón. Max tiene 18 y Estrella 10.

-¿Donde vas Area?.-pregunto Max concentrado en su juego.

Marche hacia la cocina.

-¿Apuesta de 20 dolares?.-pregunte sirviéndome un jugo de naranja.

-Exacto.-dijo Estrella con un sonrisa.

-¿Donde vas?.-insistió Max.

-Voy al TEN con Celeste –. Dije dando un sorbo a mi jugo.

-Celeste. . . dale mis saludos –. Dijo Max con una sonrisa de bobo en el rostro.

A mi querido hermano le gusta mi mejor amiga desde el año pasado. Pero creo que tienen sus amoríos escondidos.

-No pasará –. Dijo Estrella.

-Claro que pasara, a Celeste le encanto. Nos vemos a escondidas desde hace dos semanas –. Dijo levantando las cejas.

-Si!.-dijo Estrella.

-Joder.-se quejo Max.

-Gracias Area por hablar de Celeste!. Y tu paga mis 20 –. Dijo Estrella extendiendo su mano.

Sonó el claxon del Ford de Celeste y supe que era hora de irme.

-Ya me voy hermanitos. Los veo mañana –. Dije cogiendo mi bolso de la encimera.

-Adiós cariño –. Dijo papá bajando las escaleras.

Cerré la puerta y me acerque a Celeste que se encontraba apoyada en la puerta del acompañante. Llevaba una falda tubo color rosado neón, una blusa de manga corta negra con espalda de tiras y tacones a juego. Celeste es un año mayor que yo. La conocí en primer año de primaria, técnicamente fue una amistad rápida. Desde ese momento, somos hermanas. No de sangre pero de alma.

-Que hay rubia –. Dije a Celeste.

-Que hay castaña –. Respondió mi saludo.

-Mi hermano te manda muchos besos y abrazos –. Dije con una voz graciosa.

-Paso.-dijo con asco.

-Te encanta mi hermano –. Dije mientras subíamos al Ford.

-Claro que no. El esta obsesionado con esta cara de princesa –. Dijo haciendo un puchero.

Cerramos la puerta al mismo tiempo e introdujo la llave e hizo sonar el motor.

-¿Lista para conquistar chicos y bailar como loca?.-preguntó.