MicroCuento No.1
Aquél paisaje disuelto por el azúl del mar
El tiempo pasaba de manera extraordinaria. Tan lento, pero tan rápido; tan lento el sufrimiento que la mente generaba, tan rápido para el límite que se tenía. Cansancio. Vivía con remordimiento por aquellas pequeñas cosas tontas que debió y no debió haber hecho. Vivía con el miedo inminente por las decisiones que se debían tomar. Un mezcla de todo, cuando los segundos eran eternos y las horas pasaban con gran velocidad. La paradoja del tiempo, efímeramente veloz y a la vez tortuosamente lento.Había un “tictac”, el del tiempo; había el “¡Boom!” de aquella explosión; pero más aún, estaba el “crack” de su corazón, el cual el tiempo no pudo sino agrandar ¿Qué se hace cuando tu paisaje se disuelve en el mar azúl tan potente y parecido a la belleza, tan repentino y perturbador? «Nada» pensaba. Sólo podía contemplar la vista de ese fenómeno incierto, que amaba aún, pero que ya no le pertenecía, sino que le pertenecía al azúl.
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Delirios
RandomHabía una vez, Cuando las sombras dominaban las mentes y los poemas eran palomas en la triste mañana, una niña que soñó que sus delirios fueran cartas y sus cartas fueran poemas. Pero que a través de la noche irracional, la lluvia de cantos deliria...