¿Quién eres?

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25 minutos -susurró el rizado mientras masticaba con cuidado uno de los lapices número 2 que había comprado en la última semana, ya realmente se sentía nervioso, era completamente raro que Louis no llegara a tiempo a sus clases de repaso y Harry llegó a pensar que algo malo le había pasado, mientras se precipitó a la puerta vio entrar a su compañero de estudios, con la ropa algo desacomodada empujando con fuerza la puerta

-¿Donde mierda estabas? -preguntó cambiando su cara de preocupación por una de molestia real 

- Yo... -el ojiazul arregló su camisa en la parte del cuello mientras intentaba articular palabra, y entonces Harry lo vio, cerca de la manzana de Adán, una marca, profunda y bastante llamativa- Yo, es que no sé como decirte -murmuro y llevo sus uñas a su labios, los cuales ahora que Harry prestaba atención lucían algo maltratados y tal vez algo secos 

No me importa -determinó el más alto bufando con fuerza y acomodó uno de sus rizos detrás de su oreja para luego tomar  sus cosas - lo que tu hagas o dejes de hacer me tiene sin cuidado, tu a mi no me importas - terminó y se abrió paso frente al chico más bajo que lo miraba atónito y que solo atinó a sonreír, amplio, con arrugas bajo los ojos

Lo sé -respondió y entonces escuchó el azote de la puerta tras de si, intento dar un paso lejos del rizado pero ni así sus piernas respondieron, cerro sus ojos y dijo un par de maldiciones antes de girarse y salir por la misma puerta por la que salió el rizado unos segundos atrás, pasaba sus manos por su rostro limpiando las lágrimas que escurrían por el mismo y negaba mientras aceleraba el paso al notar que los chicos que habían intentado aprovecharse de el cuando iba para la clases con Harry estaban siguiéndolo de nuevo, suspiro y arranco a correr logrando tomar un autobus un par de cuadras después.

En la mente del ojiazul una y otra vez se reproducía la escena, primero le quitaron su calculadora que le había costado como 3 ojos de la cara y luego el más alto, rubio lo apego a un árbol, lo toco y beso de manera inapropiada, se sentía realmente asqueroso cuando los demás "malos" le dijeron al rubio que lo dejara el solo corrió, corrió y corrió con su salvación, con su Harry, en este punto los sollozos y el dolor regresaron a su pecho, podía ver una y otra vez la escena de como el rizado le decía lo que el siempre supo pero que por idiota decidió ignorar. 



Mi Ultima Primera Vez |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora