El chico tímido.

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Abrí mis ojos y recorrí el lugar donde estaba, no recordaba nada, seguro la resaca y este dolor de cabeza que tengo hace que no recuerde, pero algo que si recuerdo es la genial noche que fue, voltee a mi lado y mire al tipo que no recuerdo su nombre, me enrede en la sabana que estaba en la cama ya que estaba desnudo, esperen, mierda, me acosté con un hombre, joder, odio hacer esto, porque es como una especie de "seguir al corazón" 

—Buenos días— Dije cuando mire que Joan si es que no me equivocó que se llama así despertó—

—Buenos días precioso ¿Tan de madrugada te despiertas? Apenas son las 4:50 a.m —

—Yo me tengo que ir , hoy tengo que ir al colegio—Agregue fingiendo preocupación—

—Pero cariño, hoy es domingo—

—Si pero tengo clases extras y tengo que irme —Entre al baño de la habitación o casa no se en que estoy, me puse la ropa de la noche anterior y salí del baño—

—Puedes quedarte a desayunar— Insistió Joan —

—Repasemos esto no recuerdo si lo dije anoche, si lo hice te vuelvo a repetir y si no escucha y toma nota, lo que paso anoche para mi fue un simple acostón, diversión que acostumbro los sábados en la noche tu eres uno mas de los de mi lista, en la cual hay unas reglas que cumplo; chico o chica que se acuesta una vez conmigo no lo hace otra vez, no me quedo a dormir con ellos, después de estar con ellos ya no hay mas contacto así que por favor—

—Eres un maldito gilipollas—Musito audible Joan—

—Lo soy, lo soy—Tome mi bolso y camine hacia la puerta—Sabes no fuiste bueno como tenias la pinta—Dicho esto cerré la puerta y salí de esa habitación, al igual de la casa de este imbécil, subí a mi auto y encendí el motor—

Conduje hasta casa, llegue y me acosté a dormir, era lo que mas quería con la maldita resaca que tenia, dos horas después me tuve que poner de pie por los malditos ascos y mareos, estaba mojándome la cara cuando tocaron la puerta de mi habitación, camine para la puerta y abrí.

—¿Te encuentras bien cariño?— Pregunto Marcia la señora del servicio que la quiero como mi abuela o hasta mama—

—Si yo estoy bien—

—¿Seguro? ¿No te gustaría que te hiciera un desayuno? Así se te baja tu malestar más pronto—

—De acuerdo, solo por que de verdad me siento mal—

—Date un baño Harry, ahorita bajas a la cocina—

—Si—

Y así fue mi domingo lleno de resaca, fue aburrido, al día siguiente seria maldito lunes, los odio, odio la escuela, quiero terminarla pero queda un maldito año, tengo que poder.

Al día siguiente me desperté ya estaba mejor, mi resaca no estaba, pero iba como zombie, me puse mi uniforme, nisiquiera intenté acomodar mis rizos, no es como si de igual forma se fueran a arreglar y luego baje a tomar el desayuno, cuando termine subí a mi auto y conduje hasta el colegio, había trafico y hizo que me retrasara, llegue y me pare en la puerta del salón de clases abrí la puerta y haciéndome el educado salude y pedí permiso para entrar.

—Buenos días Profesor. Jones, siento el retardo, ¿Puedo entrar? —Estaba parado en el marco de la puerta, mi voz hizo que tuviera la atención de todos—

— ¿Siente el retardo?, Señor Styles, Todos los días es así, siempre llega tarde, no es novedad—

—Esta vez es culpa del tráfico—Rodee mis ojos—

—Pase, solo por que estamos en exámenes y debe de hacerlos si no reprobara el semestre, y recuerde que esta es la ultima vez que le dejo entrar—

Mi Ultima Primera Vez |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora