La madre de Carlota,
Es quizás,
El único rayo de sol,
En su vida,
Siempre comprensiva,
Y cariñosa,
Siempre complaciente,
Y generosa.El té prepara,
Cada mañana,
Para Carlota,
Y los demás en la casa,
Siempre en la tostada,
De su hija,
Agrega una fresa,
Cubierta con deliciosa,
Azucarada harina.Su vida fácil no es,
Cuidar de Carlota,
Llega a complicar
Mucho su deber.Pero sin importar nada,
Esta mujer ama,
Más que a nadie en el mundo,
A la joven Carlota.La lleva a praderas,
En las que Carlota,
Contacto tiene,
Con la naturaleza,
En la tierra siembra siempre,
Una semilla,
Y sujeta la mano,
De la jovencita,
Sobre el débil tallo,
Que de forma lenta,
Crece y crece cada día.
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Free Bird.
PoesíaElla no puede hablar, pero puede sentir. No puede ver, pero puede imaginar. No puede escuchar, pero aún así es feliz. Carlota...