Capitulo 2

12 0 0
                                    

Dos años desde que se fue, dos años desde que vi su espalda alejarse sin mirar atrás, pero con la firme promesa que volvería.

Hoy me toca hacer guardia en el hospital central de Konoha, donde Tsunade-sama es la directora, tras dejar el cargo de Hokage en manos de Kakashi. Tengo que trabajar 24 horas para finalmente tomarme mi deseado descanso de una semana y poder organizar mi casa. Me mude a un departamento hace dos semanas y todavía se encuentran todas mi pertenencias en cajas, lo único fuera de su lugar es un futon en el suelo de lo que vendría a ser mi habitación, es extraño que me encuentre en mi departamento, trabajo constantemente día y noche y solo paso por allí para descansar unas horas. 

Aveces salgo de misión como medico ninja del equipo, usualmente en las que participo se tratan de misiones de rescate a gran escala, donde puede haber gran cantidad de heridos y necesitan de mis conocimientos en medicina y de la ayuda de Katsuyu.

Pero esta vez quiero dedicarme algún tiempo para mi misma, últimamente vivo despeinada y con grandes ojeras, apenas tengo tiempo para ocuparme de mi higiene personal y me da miedo mirarme al espejo.

Después de terminar el laborioso día empezaron mis vacaciones, lo primero que hice fue tirarme a dormir, mi cuerpo no daba mas. Al despertar ya era de mañana, me bañe y al fin me observe al espejo, era un cuerpo pálido, chupado y mi cara ojerosa, me agarro pánico y corrí hacia la cocina a prepararme algo para desayunar, un muy abundante desayuno necesitaba con urgencia. No me había dado cuenta del hambre que tenia hasta que pensé en comer, no había tenido demasiado tiempo para ocuparme de mi alimentación en mis horas de trabajo, entraba y salia de operaciones de entre 10 hs. y 14 hs. Ser medico ninja no era tarea fácil.

Luego de mi exuberante desayuno me pare en medio de la sala y observe las cajas apiladas. Manos a la obra. Una tras otra las cajas se desocupaban. Cajas llenas de recuerdos valiosos, mi primera banda, mi ropa de gennin, decenas de kunais desgastadas, regalos de cumpleaños pasados, el cuadro del equipo siete.

Me detuve a contemplarlo, pasando las yemas de mis dedos por sobre el vidrio. Eramos tan jóvenes, tan inocentes, tan felices.. me da la impresión de que esto paso hace siglos. Épocas hermosas inundaban esos tiempos. misiones fáciles y manejables en equipo, kakashi-sensei llegando tarde siempre, Naruto regañándolo y al siguiente instante lleno de energía para comenzar el día con su sonrisa zorruna en la cara mirando hacia adelante. Y Sasuke-kun, ay Sasuke-kun.. yo se, tengo la certeza, de que fue tan feliz como lo fuimos nosotros. Sonreí al recordar una de las muchas misiones en donde teníamos que atrapar un gato, a Naruto se le escapaba siempre, por mas que intentara mantenerlo quieto él terminaba con numerosos rasguños en su cuerpo. Sasuke-kun lo retaba, "Hmph Uzuratonkachi no podes hacer nada bien" decía.  
Los días de aquellos años se veían tan lejanos, casi inciertos. Solo quedan como recuerdos invaluables en mi corazón.
¿Como estará él?
No, no es momento para pensarle, el departamento no se acomodará solo.

Y así pasé mi primer día de vacaciones, arreglando mi casa, perdida en recuerdos agridulces, observando con felicidad y un vacío imposible de llenar dentro de mi. El espacio que le pertenece a él y que quedara así hasta que vuelva. Por que va a volver, de eso no tengo duda.


RunawayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora