Un Mundo Detrás De Cámaras [ Editando]...

#2

Después de un tiempo llegamos a mi departamento, tome mi celular y hice una llamada hacia Mikasa. - No contesta. . . - Pronuncie con fastidio pues era la tercera vez que llamaba.

- Tal vez este ocupada.-Escuche al chico hablar entre susurros. ¿Es necesario qué hablé así?, dos él que se mete ni la conoce para defenderla.

- ¡Guarda silencio niño tarado!- Sin contenerme mucho le grite alterado por culpa de Mikasa, volte a verlo para ver su reacción pero era patetica él. . .él lloraba y cubría de su boca. Que tontería jamás he visto a un hombre hacer eso, arroje el celular en el sillón e seguido de eso pasé mis manos a mi cabello e libere un corto suspiró.

- Deja de llorar quieres, no eres chica para hacerlo ¿o sí?.-No lo quise ni siquiera ver por la rabia que sentía acumulada y para su mala suerte me desquite o estoy desquitando con él.

- No soy chica pero es la única manera de expresar todos mis sentimientos. - ¿Qué?, que idiotez jamás antes pronunciada.

- Eres patético. Para ser hombre te comportas como una niña de 15. -
Cruce los brazos sentándome en el sofá negro que tenía en la sala. No es la forma de hablar con alguien pero es mi compañero de habitación y no lo tendre como algo muy valioso ni cuidaré como tal además él debe atenderme.

- ¿Dónde será mi habitación ?-Él chico rasco su mejilla sonrojado. ¿Es que sólo quiere provocarme?, pues va por muy buen camino.

- Y otra vez... ¡deja de actuar como chica! -

- Yo... ¿lo siento? -se sentó en el suelo guardando silencio. Miré de reojo como él ya tenía sueño, ya era tarde y seguro como es Hanji lo despertaba temprano. Que pereza yo sólo despierto temprano porque me pagan.

- Pues no tengo más de una habitación así que dormiras conmigo, claro si no te molesta- Hablé inseguro sintiendo vergüenza pues no es normal que dos hombres duerman en la misma habitación y cama.

- Hanji-san me hacía dormir en un sofá, así que como usted vea. Claro pero no podría permitirmelo.- Ladeó su mirada y ligeramente la cabeza, cruzando los brazos, formando un pequeño puchero.

Solté un suspiro con molestia, aquél acto se me hacía tierno pero idiota.
- Hey ven aquí, no te preocupes no soy un caníbal. -Señale un espacio al lado mío con una sonrisa ladina, él chico no dudo dos veces y se sentó.

- Que lindo tú dueña te ha educado muy bien ¿verdad?. -Sonreí mirando de reojo su sonrojo al escuchar mi comentario, suspire cerrando los ojos recargando mi cabeza en la parte superior del sofá.
- Ya deja de sonrojarte me desespera ver a un chico actuar tan anormal, como si intentará cerse tierno y afeminado.-Me acerque a su lado tomando entre mis manos un mechón de su cabellera rubia
- Aunque qué tal si hacemos un cambio, veamos... podría ser primero por tu cabello. . .¿qué tal si te cortamos todo esto?.-

-No gracias así me agrada, me trae buenos. Además no puedes obligar a las personas ha hacer todo lo que diga.- Bufó un poco molesto apartando mi mano.

- Cómo digas, pero si alguien te dice algo yo no diré nada.  No te defendere por que tú mismo lo estás provocando.-

- Claro, estaré consiente de ello si en alguna ocasión sucede lo cual es poco improbable.- Murmuró desviando la mirada.

- Bueno vamos a dormir, ya es un poco tarde y mañana tengo que presentarte a una amiga, ahora vamos a dormir.- Me levante del asiento, tomando su mano poniendo presión en el agarré. Al llegar a mi habitación lo solté.

Me acosté como si nada hubiera pasado. Me en cobije de pies a cabeza, notando que el chico me miraba serio. Es normal lo comprendo sólo que irrita eso le pasa por ser el gato de alguien que sólo espera ordenes.