Cartas a mí misma.

Carta X.

Querida yo:

Sí, me he dado cuenta. Al igual que tú, no se qué ha cambiado exactamente, pero lo siento.

Gracias por responder. Ya he enviado diez cartas y solo tengo seis tuyas.

Me siento sola.

Si me sentía loca hablando contigo, imagínate si encima no tengo respuesta.

Pero no importa.

Sólo quiero pedirte algo, no me hagas promesas. Las odio.

Ya sabes que soy muy insegura y que pido que me prometan y demuestren todo porque desconfió y no creo a nadie. Pero, en el fondo, las odio.

Por mucho que me prometan, sigo sin creer. Una promesa en muy fácil de incumplir.

-Con cariño, yo (tú).