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Era la mañana fría del 5 de octubre en Bremen.
El tren estaba casi vacío.

Me senté a lo último del vagón, ella leía un libro. Era un día normal.

Un hombre se subió tambaleando al vagón, hasta que calló en el medio del pasillo, todos los pasajeros miramos asombrados.

El hombre sangraba como loco en su herida del pecho.
Al caer al piso su espalda tenía escrito un mensaje:

"JUDIO"

Alemania.
9 de Octubre 1938.

Sin RetornoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora