Unos soldados subieron al tren en busca, seguro, de algún judío.Ella subió también y al verlos corrió a la salida, pero fue muy tarde para salir, el tren había cerrados sus puertas y comenzado a andar.
La observe, estaba muy nerviosa, sus ojos estaban vacios del miedo. Me invadió la duda:
¿Será judía?Sentí odio no se si por ella o por mi, por preguntarme tal cosa.
Uno de los soldados codeó al otro y le indico con la cabeza algo sospechoso. El soldados mas alto dejo de pedir documentos y junto al otro se fueron acercando a ella.
No se por qué lo hice.
Alemania.
9 de noviembre de 1938
"La noche de los vidrios rotos"
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Sin Retorno
RomanceViajes, viajes y más viajes. Mi corazón oculto en cada vagon. No sé si lo sabías o pretendias no saberlo. Pero me robabas el sueño, me dejabas sin habla, cegabas mis ojos. Y Mas ahora, que no te veo me pregunto, si exististe o fuiste mi mejor invent...