¿Es esto a lo que estoy destinada a ser? ¿A convertirme? ¿Ser un témpano de hielo? ¿Ser tan fría que nadie pueda hacerme daño?
No quiero volverme fría, no poder sentir nada, no querer sentir nada. Me gusta como soy. Pero noto como mi corazón crea una armadura, alrededor de él, noto como cada día me vuelvo más fría, sin poder hacer nada. Tal vez este haciendo esto para no sufrir lo que sufrí antes. Porque antes mi corazón se rompió un poquito, pero él me ayudo a repararlo, recogió cada trozo que había caído y lo unió todo, de una manera que me hizo quererle y amarle hasta un punto que me dio miedo, miedo de perderle, de que se alejara de mi, de que me hiciera el mismo daño. Pero claro, teniendo en cuenta que él ha sido el que me ha reparado el corazón, si me lo rompe, el daño será mucho mayor que el de antes. Ya no se podrá reparar, porque ya no serán dos trocitos, sino que mi corazón estallará en mil pedacitos, sin poder hacer nada, y eso será mas difícil de reparar. Por eso cada día mi corazón es un poco más frío. Llegará el día en el que seré hielo completamente, fría, sin sentimientos. Sin duda tiene ventajas, pero la mayor de las desventajas es ser tan frágil como el cristal, porque con la mas mínima grieta en la armadura puedo romperme.