Te Amo, estúpido judío. [Kyman]

Uno.

[Narra Kyle]

Otro día más... Odio levantarme por las mañanas.

Desayuné, jugué con Ike, me duché, me vestí y me dirigí a la parada de bus. Aún quedaba tiempo. A lo lejos pude ver a un gordo aproximándose a mi, oh espera, solo es Cartman...
Talvez mi día sea diferente.

–¡Hola Kyle!–dijo sonriendo. Whoa, no me llamó judío. ¿Qué le pasará? Por alguna razón se veía feliz.

–Buenos días.–dije sonriendo mientras arqueba una ceja.–Te... ¿Te pasa algo hoy?

–¿Qué me va a pasar, judío marica? –dijo volviendo a su tono irritante de siempre. Sí, seguía siendo él.

Suspiré.–Jódete, Eric.

[Narra Cartman]

Por alguna extraña razón, en un rincón de lo que tengo de corazón, me dolió. Sí, dolió. ¿Por qué carajo me afecta lo que hace el judío? Debo andar sensible, es todo.

–¿Qué pasó, Kyle? ¿Te ofendiste?–suspiré.–Va, sólo me pusiste nervioso.

–¿Te pongo nervioso? Pero si para insultarme no dudas ningún momento.–se cruzó de brazos.

–Eso no te importa, Kyle.–dije algo cansado y subí al bus, que acababa de llegar, me senté junto a Butters.

–¡Hey Cartman!– dijo el rubio sonriendo.

–No ahora amigo, estoy en mi momento privado.–dije poniendo una expresión de molestia.

–Vale, pero si te sirve como consuelo... Todo estará bien amigo. –me sonrió.

Le sonreí para luego cambiar nuevamente mi expresión a una de pensamiento profundo.

"¿Qué es lo que le sucede a mi corazón al ver a Kyle...?"