Cap.2

31 2 0
                                    

Cuando llegan las 6:55 y no hay mucho ajetreo en la librería, decido cerrar.

-Eh, disculpe-aparece tras la puerta de cristal una mujer de unos 40 años mas o menos. Me recuerda a alguien, pero no creo haberla visto antes. Tiene cabello castaño claro, ojos grises, una piel blanca como la nieve y una pinta bastante elegante.

-¿En que puedo ayudarle?-pregunto amablemente, mientras le abro la puerta.

-Tu debes ser victoria-lo dice más como afirmación que como pregunta.

-Mmm si, pero me temo que estoy en desventaja porque no sé quien es usted-digo extrañada.

-Soy la madre de Betanny, quería pedirle un favor, ella me pidio especialmente que viniera a hablar con usted.

-Si digame, ¿En que puedo ayudarle?-repito la pregunta, esto no mola bien.

-Ella quiere que seduzca a Michael-me quedo helada ante lo que estoy escuchando, están locas éstas dos.

-¿Pero de que va esto? ¿Me están probando?¿Esto es un chiste o que?-empiezo a decir enojada, juro que sí esto es una broma voy a matar a Michael.

-Ella...ella piensa que Michael le ha sido infiel, solo quiere comprobar sí cae fácil cuando la oportunidad se le presenta-la señora se ve nerviosa, sin embargo no deja su postura seria, con cara de poker.

-Con todo respeto, Michael es la persona más seria y correcta que conozco...

-Las apariencias engañan.

-No lo creo, además desde que trabajo aquí su actitud conmigo es seca, cortante. Sólo nos comunicamos para cuestiones de la librería eso es todo. Sí en verdad quieren ponerlo a prueba de esa manera dejeme decirle que conmigo pierden el tiempo.

-Eres la indicada, lo sé.

-Claro que no, mireme. Soy demasiado desaliñada para su gusto o el de cualquiera.

-Querida, eso no es nada que un buen atuendo y un poco de maquillaje no puedan arreglar.

-No quiero hacerlo, de verdad que no. Respeto mucho a Michael, y pondrían ustedes en riesgo mi trabajo aquí en la librería.

-La librería ahora es de Betanny también. Así que nos encargáremos de que te quedes.

-Pero ¿Que pasa sí cae? Y empieza no sé, a besarme a tratar de llevar las cosas a otro nivel, usted me entiende. O si por el contrario, no cae y quedo como una completa estúpida que lo trato de seducir y me repudiara, haciendo mi trabajo más difícil-en definitiva esto es una locura y debería haber dicho que no desde un inicio. Francamente es el colmo que en serio lo este razonando. Debería estar en casa de Ian ya.

-Las mujeres tenemos el poder para lograr que un hombre haga lo que queremos, usando nuestras armas femeninas. Esto no será de una noche, será paulatinamente, empezarás con cosas sutiles como llamarle por un seudónimo tierno, luego vistiendo provocativamente no como una niña inmadura de 16. Y así poco a poco iras haciéndolo caer. Además, te pagaremos bien por esto.

-Señora, esto en verdad es ridículo, no lo entiendo. ¿Si se supone que Betanny le ama y está de hecho en embarazo de él, porque quiere que otra persona se meta en su matrimonio?

La mujer suspira quedamente y me mira con derrota.

-Vale, tu ganas. Él no la ha engañado, pero Betanny si. Ese hijo que espera no es de Michael-un frió me recorre el cuerpo. Esto...esto simplemente no esta pasando. Admito que Michael es distante, aún después de llevar casi tres años trabajando para él, y que no nos llevamos tan bien como para ser amigos, pero en verdad no sé sí yo seria capaz de hacerle eso, o aún más, él no merece lo que Betanny quiere hacer.

El Arte De Ser MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora