Capitulo 5

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  "Oh, fiesta"

Al fin de cuentas Ashley me vino convenciendo de ir a esa fiesta.
Me puse un vestido negro arriba de las rodillas, escotado y unas zapatillas rojas. Me maquille. Ashley iba a pasar por mí en unos minutos así que baje.
*
La música sonaba a todo volumen, había muchas personas que nisiquiera conocía pero que estaba segura de que asistían al instituto. Desde que llegamos había perdido a Ashley. Camine entre toda la multitud de adolescentes ebrios y no ebrios. Iba perdida mirando a todos lados, hasta que sentí que choque con alguien; me asuste. Mi vista la volví hacia el chico con el que había chocado.

-A... yo –No podía articular alguna palabra y me escuchaba realmente torpe.
Jesus me sonrió, era raro porque hace más de cinco segundos no he recibido insulto alguno.
Lo observe por casi un minuto y él giro su mirada a otra parte y luego siguió su camino sin decir más.

-¿Te estás divirtiendo, torpe? –Dijo esa voz cerca de mi oído. Aranguren.
Me giré a verlo y en una mano tenía una cerveza. Realmente se miraba ebrio.
-Acabo de llegar –Le dije alzando un poco la voz por la música.
- No me importa –sonrió de lado.- ¿Has visto a mi novia? –Pregunto. Negué.
Esto era incomodo. Demasiado incomodo para estar con el chico que te gusta y este preguntando por su novia y resulta que su novia es tu mejor amiga.
-¿Quieres tomar algo? –pregunto. Volví a negar.
- No tomo
- Si que eres una aguafiestas. ¿A caso no te saca Ashley? –Pregunto
¿Beto volviéndose a burlar? Digo, ni porque esta ebrio deja de burlarse de mí.

Tal vez trataba de decir que era como la 'perra' de su novia; Ashley.

-Eso es cosa que a ti no te importa –respondí. ¡wow! ¿Eso salió de mi boca? ¿Realmente salió de mí?
Me di la vuelta para alejarme de ahí, pero me detuvo. ¡me detuvo!
Lo miré a él y luego miré el agarre. Volví a dirigir mi mirada a la suya y creo que luego reacciono porque me soltó bruscamente y salió de ahí ¿enojado? ¿Qué hice?

Fui a la barra y me senté en un banco apoyando mis codos sobre esta y llevando mis manos a mi cara. Me sentía incomoda estando acá.

-¿Quiere algo de tomar, señorita? –Pregunto alguien ocasionando que lo mirara.
Era un ruluso y me sonreía. Estaba segura que lo había visto en alguna parte. Tal vez es del instituto.

-No, gracias –respondí
- ¿___? –Frunció el ceño. ¿Me conoce?
- Sí, ¿tú eres...? –Alce una ceja.
- Adolfo Hernandez... –Sonrió dejando ver su blanca dentadura.
- ¿Amigo de Alberto? –Pregunte
- Enemigo, más bien –rió por lo bajo.
- Pero estas en su fiesta ¿te has dado cuenta?
- Es como decir que tú estés acá. Sabiendo que a ellos no les agradas –Guiño el ojo. Torcí la boca y agache la cara.
El chico tenía razón. ¿Saben que es lo peor? Que me haya ofendido por eso.
-Oye, no era mi intención ofenderte –Puso su mano sobre mi hombro.
- No importa –Moví mi cabeza negando. Para borrar los pensamientos que me hacían sentir peor.
Sonreí forzadamente para que el chico ya no notara eso.

-Podríamos ser buenos amigos. Tenemos algo en común... Odiar al mismo chico –Dijo después de unos minutos.
¿Piensa que lo odio? Tal vez, lo odio por gustarme tanto.

-Claro –Dije sin importancia.
Detuvieron la música por un momento y todos comenzaron a abuchear.

- Oh vaya... La torpe y el imbécil –Menciono alguien después de que paro la música.
Me giré a ver y era Beto con su amigos. Más ebrio de lo normal. Voltee a ver a Adolfo y el realmente estaba furioso.
-¿Qué son? ¿novios? –rió burlón. Junto a sus amigos que lo detenían. Jesus y Omar.
- Es cosa que a ti no te importa idiota –Menciono Adolfo
- Vamos nenita ¿quieres golpearme? –Dijo Beto.  



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