Capítulo 3

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El verano paso, él y yo estábamos muy felices, más felices que nunca en realidad. Pensé que no lo iba a ver mucho, pero me sorprendió verlo tan seguido. Pero, por desgracia, toda felicidad tiene un final, para mí, luego de todo lo que pasé no me ilusiono mucho con que estemos bien. Creo que puse mi corazón en un lugar súper protegido en donde nadie pueda ingresar y romperlo, no siquiera Theo.

Empecé el colegio al final del verano, tardé en acostumbrarme de nuevo a tener pruebas, tarea, estudiar, levantarme temprano, etc. Por suerte, no me iba mal en el colegio. Lastimosamente, Theo y yo comenzamos a tener peleas, una tras otra, había llantos, lágrimas, gritos, dolor, sufrimiento y, gracias a las peleas comenzamos a distanciarnos. Yo estaba muy seca después de las peleas y él solo trataba de que estemos bien. No me malentiendan, yo también quería eso, pero las peleas desgastan una relación y la nuestra no necesitaba más problemas de los que ya teníamos.

Y así fue como, un fin de semana normal, en la noche, el me dejó, de nuevo. Sí, es algo repetitivo. Lloré por dos meses completos, esta vez era para siempre. Y aquí es donde mi historia comenzó, donde está la chica sola dolorida mientras que el chico jugaba al tenis y ponía contento a sus padres. Nunca lo volvería a perdonar, porque mi corazón no lo soportaría de nuevo, porque ya me lastimó tantas veces que estoy harta de llorar por algo que no tiene futuro, por algo que empezó roto y terminó aun peor.

Acá es donde empieza la verdadera historia, bueno mi historia.

Tantas semanas llorando solo provocó que mis ojos se vuelvan grandes y rojos. Siempre iba deprimida al colegio y solo quería llegar a mi casa y dormir. Para mí, dormir es la solución a algunos problemas, en este caso, el rompimiento de una pareja. Al dormir no pensaba en nada, no soñaba y no sufría. Mis amigas se preocupaban cada vez que me veían, no sabían qué hacer para que yo estuviera mejor. Pero, luego de un mes y medio de lágrimas, una de mis amigas cumplía años y por suerte salimos. No estaba muy entusiasmada pero me obligaron, no tenía otra opción. El lugar era hermoso y grande, por desgracia, era invierno y ese lugar estaba cerca del río y todo abierto. Yo me estaba congelando.

Ya eran las 4.30 am y mis piernas ya no aguantaban más y yo necesitaba dormir, no la estaba pasando mal pero ver tantas parejas me hacía mal. Faltaba para que el papá de mi mejor amiga Lola. Estábamos todos (chicos y chicas) juntos pero los chicos, algunos, se fueron arriba, yo seguí a un amigo para buscar mi mochila con mi buzo dentro. Me estaba congelando, decidí quedarme allí mirando a todas las personas bailar sin parar. Luego de unos minutos, todos comenzaron a bajar y no pensaba quedarme sola.

Al bajar, me choqué con un chico más alto que yo, morocho y de ojo verde y un poco musculoso. Esa cara me sonaba, me parecía conocido, el me vio y se quedó mirándome tratando de descifrar de donde me conocía. Y entonces...

-¡Emma!

-¡Logan!-grito debido al volumen de la música y lo abrazo. Él me sonríe y me devuelve el abrazo. Se preguntaran de dónde lo conozco, bueno nos conocimos porque yo salía con un chico de su colegio y él era un idiota, lo odié tanto que cuando empecé a hablar con él me di cuenta que él también lo odiaba, así que era algo que compartíamos. Luego nos fuimos haciendo más amigos, siempre me escuchaba y yo a él. Es un buen chico. Siempre supe que él no gustaba de mí, admito que siempre me pareció muy lindo pero prefería tenerlo como amigo.

-¿Cómo estás? Hace mil no nos vemos, es increíble encontrarte aquí.-dice muy feliz.

-Emm bien, ¿y vos?-sí, le mentí. Pero no le iba a contar toooda la historia de cómo me dejó de nuevo.

-Bien bien. Menos mal que te encontré, estaba súper aburrido, la verdad es que ni tenía ganas de venir, solo vine por ellos.-dijo señalando al grupo de chicos que se encontraban a su lado. Él estaba más lindo que la última vez que nos vimos, sus ojos verdes abrían paso entre la oscuridad del lugar y su pelo despeinado se movía cuando una brisa nos traspasaba. Nos fuimos a una parte del lugar en donde hay sillones, yo no aguantaba más mis piernas y el frío que hacía allí.

Lo bueno de este lugar es que tiene varios pisos y diferentes ambientes en donde en algunos te podes sentar, en otros tomar algo o tal vez, simplemente, solo bailar. Por fin nos sentamos y el me preguntó algo que me borró la sonrisa en un instante.

-Entonces... ¿Cómo está tu vida amorosa?-preguntó sonriendo. De repente, me puse seria y no sabía qué contestarle. ¿Le digo la verdad? ¿Finjo que estoy bien? Obviamente elegí la última, si le contaba me iba a poner a llorar, mi maquillaje me iba a dejar como un mapache y él me iba a ver así, destruida. No digo que no haya confianza, pero la verdad es que solo quiero olvidarme de todo lo que pasé y seguir adelante. Ya habían pasado casi dos meses, DOS MESES llorando, DOS MESES deprimida, DOS MESES alejada de la sociedad. No iba a arruinar mi noche.

-Está bien, ¿y la tuya? ¿Estás con alguien?-la verdad es que podría haber dejado que él me contara pero...me moría de curiosidad.

-Bueno, la verdad es que no, estoy solo, por suerte.-Logan nunca fue un chico de esos que les encanta estar en una relación y siempre estar con ella. Es más.... ¿simple?

-Ahh.-digo haciéndome la indiferente. Sí, patético Emma, seguro se va a ir de lo aburrida que sos, decía mi subconsciente. Lo callé y me dedique a mirar la pared. No me sentía incómoda, solo que...seguía dolida.

Sentía una mirada detrás mío, era Logan, él me estaba mirando fijamente. Al darme vuelta me sorprendí con su acción. Se acercó hacía mí y colocó sus labios sobre los míos. Me sentí viva de nuevo, me sentía bien y todos los pensamientos se me esfumaron. Le seguí el beso sin poder resistirme, siempre sentí curiosidad por si le parecía linda, parece que ya me contesto. De repente, la imagen de Theo viene a mi cabeza y su cara indica sufrimiento, dolor, como si él me estuviera viendo. No podía soportarlo más, lo aparté de mi y le dije:

-¿Qué estás haciendo?-una pregunta muy tonta, ya que, era obvio lo que estaba haciendo y yo lo estaba disfrutando, hasta que Theo y los recuerdos llenaron mi cabeza y mi corazón.

-Perdón, es solo que...bueno, siempre me gustaste Emma, pero preferí priorizar nuestra amistad y ahora, bueno, ya no me puedo contener más, estás hermosa.

No podía creer lo que estaba escuchando ¿eso salió de sus labios? ¿Logan dijo que siempre le gusté? No puede ser, debe haber estado tomando mucho, aunque no noté sabor a alcohol en su boca. Por más que lo quisiera, él nunca salía con alguien y yo no voy a ser un juguete para que me utilice, además no quiero que me lastimen de nuevo. ¿Podía confiar en sus palabras? ¿Era real lo que sentía o solo es un juego? Muchas preguntas surgen en mi mente y no puedo responder la mayoría de ellas. Lo único que sé es que estoy total y completamente perdida. 


The Big GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora