love me, hurt me ♡Ziall Horlik♡

Capítulo 1

Era ya el cuarto cigarrillo que fumaba a lo largo de la mañana, la cual se le estaba haciendo eterna al morocho. Su mejor amigo, Louis, no había aparecido y ya le habían expulsado de otra clase más. El patio estaba tranquilo a escasos diez minutos de que el timbre, que indicaba el descanso, sonara produciendo un ruido, en opinión del chico, insoportable. A pesar de estar ya en la universidad se sentía como si aún continuara en el colegio, rodeado de estúpidos ruidosos. Este estaba perdido en sus propios pensamientos que tan siquiera se dio cuenta del joven rubio que se quedo parado frente a él.

– Disculpa–dijo el chico rubio–, ¿sabes donde está secretaría?

– ¿Tengo pinta de señal?–pregunto el moreno de mala manera, sin tan siquiera mirarle y dando otra calada a su cigarrillo.

– No, solo pareces un jodido idiota al que seguramente han echado de clase y que debió dejarse los modales allí.

Eso hizo sobresaltarse a moreno. Nadie, jamás, se había atrevido a hablarle así; los que le conocían sabían que era un suicidio, y los que no, lo podía intuir por su aspecto, y es que no era de extrañar.

¿Quién en su sano juicio ve a un chico cubierto de tatuajes fumando fuera, en horario de clases, y tiene los cojones de hablarle así?

– ¿Qué has dicho rubio?–preguntó el moreno, tratando de no perder la paciencia, porque a pesar de sus ganas de golpearlo le había entrado curiosidad de donde habría sacado ese valor el pequeño chico.

– Lo que has oído, ahora, ¿Vas a decirme donde está o tendré que buscar a otro idiota algo más amable?

Por alguna razón aquella situación, más que enfadarle le producía gracia, así que no dudo en soltar una sonora carcajada que hizo al rubio alzar una ceja en señal de confusión.

– Sígueme rubio –dijo arrojando su cigarrillo al suelo y pisándolo con sus botas algo gastadas.

– Me llamo Niall –dijo aun demasiado confiado–, Niall Horan.

– Muy bien, sígueme Niall.

El morocho decidió no decirle su nombre, pero por supuesto que quería ver su cara cuando alguien se lo dijera, pues no había forma de que ese chico no conociera el nombre de Zayn Malik, y si así era, no tardaría demasiado en descubrirlo.

Horas más tarde Niall salía ya de ese horrible lugar. La decisión de trasladarse había sido suya y no se arrepentía, de ninguna manera, pero el caso es que se sentía muy solo y perdido sin conocer a nadie. La universidad de Londres prometía. Antes de venir había decidido colocarse una coraza y no dejarse achantar por nada, no permitiría que le sucediera lo mismo que en Irlanda, no otra vez. Es por eso que esa mañana había ido directo a aquel chico con pinta de delincuente juvenil y le había echado cojones al preguntarle de tan mala manera, y es que ese chico le recordaba condenadamente a Ryan y eso le había hecho saltar, aunque si se arrepentía un poco de haberse comportado de una forma tan grosera pues ese chico, que por cierto no le había dicho su nombre, no le había hecho nada al fin y al cabo. Quizás si volvía a verle se disculparía pues se sentía culpable, pero en cuanto le vio todo sentimiento de culpabilidad desapareció. Estaba golpeando a otro chico en mitad de la universidad sin importarle que todo el mundo pudiera verle, y por un segundo Niall pensó que quizás eso es lo que quisiera, que le vieran.

– ¡Déjale en paz!–dijo Niall metiéndose en medio y empujando a Zayn que acabo con su puño a escasos centímetros de la cara del rubio–. ¿Quién cojones te crees para ir golpeando a la gente?

Zayn estaba furioso y no solo por haber sido detenido mientras golpeaba a aquel idiota sino por no haber sido capaz de golpear a Niall. Algo en él lo había detenido, y es que por alguna razón no sentía ganas de golpearlo, pero tampoco lo dejaría pasar. Media universidad miraba atónita la escena. Nadie, jamás se había atrevido a detener a Zayn y eso los desconcertaba; el problema era que Zayn no podía consentir que lo vieran compasivo con el rubio o sino toda su reputación se iría a la basura.