Déjame quemarte.

Capítulo 2

Abrí los ojos y comencé a reírme al ver que todo mi pelo rojo cubría mi cara, impidiendo que viera cualquier cosa que ocurría a mi alrededor. Llevé mi mano a la cara y coloqué los molestos pelos detrás de mi oreja. Me levanté resignada, pues ya era sábado y en unas pocas horas Hannah llegaría a mi casa para vernos. Resoplé desganada. Nada parecía importarme lo necesario para que me interesase por ello. Cogí mi móvil y vi todos los mensajes que me habían enviado.

Rodrick:

Buenos días, princesa. Espero que hayas dormido bien, ¿qué tal estás? [08:37]

PIÑAS ESCOCIDAS:

Feas, ¿quedamos? ~ Jasper [09:33]

Hannah:

Nena, prepara ese cuerpo porque nos lo vamos a pasar genial. Sobre las 12:00 llegaré. Estate preparada [10:27]

Se me escapó un pequeño bostezo cuando terminé de leer el último mensaje. Respiré profundamente y comencé a contestar.

A Rodrick:

Buenos días. He dormido bien, ¿y tú amor? [10:56]

PIÑAS ESCOCIDAS:

Mañana estoy libre para vosotros, guapos. ~Ari [10:56]

A Hannah:

Tía me acabo de levantar pero para esa hora intentaré estar preparada. [10:57]

Me miré al espejo. Llevaba una camiseta ancha y larga con unas bragas negras. Era el pijama que llevaba siempre ya que por las noches no solía tener mucho frío y era realmente cómodo. Llevaba la camiseta negra que Rodrick me regaló cuando le dije que me encantaban las camisetas anchas. Una pequeña sonrisita se posó en mi cara al recordar aquel momento, pero inmediatamente fue sustituida por un suspiro. Ya no tenía la misma ilusión por él que la que tenía antes. Las cosas han cambiado y tanto él como yo lo sabemos, tan solo lo ignoramos y pretendemos hacer que todo está bien.

Me di una ducha rápida. Me hubiera encantado poder quedarme a disfrutar de los placeres de una ducha calentita en pleno otoño, pero la escasez de tiempo no me lo permitía. Salí corriendo hacia mi cuarto, abrí el armario y saqué un top blanco y unos vaqueros grises que combinaría con unas vans negras.

SIN ACABAR.