¿Qué por qué escribo? Escribo por necesidad, porque me relaja, porque siento millones de cosas escribiendo que bajando una cuesta con la bici a toda velocidad.
Escribo por deber, por mi deber, porque suelo dejar todo a medias y es una mala costumbre, así que este es mi habito, porque tengo que cambiar.
Escribo para documentar, para no olvidar lo que ha pasado o ahora o hace dos semanas, porque desde que escribo soy capaz de saber que pasó hace dos meses, porque quiero que más adelante un yo más avanzado sepa cómo era en su adolescencia, para no perder mi esencia.
Escribo para olvidar, sé que me contradigo, ero es así. Porque hay cosas que prefiero que se queden en un folio que en mí, y por eso me sigue asombrando la fortaleza que tiene el papel.
Escribo sin saber, cuando estoy en esos días en los que no hago nada, escribo sin tener nada planeado, sin guiones, sin plan alguno, porque me gusta la improvisación.
Pero, sobre todo, y lo más importante, escribo porque quiero.