Capitulo 10: Separación

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La madre de SungYeol no me dejó en paz ni un momento por lo que pareció una eternidad.
-Escucha, este es el trato-hizo una seña, el hombre que me había estado golpeando se detuvo, yo me sentí muy adolorido-tú dejas en paz a mi hijo para siempre, y yo los dejo en paz a tu mami y a ti. Pero si tú no me haces caso, tendré que aplicar medidas mayores-me miró dulcemente-le diré toda la verdad a nuestro Yeollie, y tu mami sufrirá.
Me sacaron del lugar en el que estábamos, era una oficina, lo cual se me hizo extraño. Las personas afuera me miraron, a juzgar por las miradas podía deducir que mi aspecto era lamentable. Salí del lugar lentamente, nunca alguien me había dado palizas, tal vez me había enzarzado en peleas con los chicos de la escuela, pero jamás me habían dado una paliza. Me sentí afortunado de no estar fracturado. Aun que si limpié mi sangre de la mejilla. No sabía donde me encontraba, pero por suerte tenía dinero en mi bolsillo. Pedí un taxi, y me dirigí a mi casa.
Cuando llegué estaban mi mamá y SungYeol en la sala, preocupados. Entré cuidadosamente, ambos me vieron con la misma expresión, dolor, preocupación, y por supuesto curiosidad.
-¿que te paso?-mi madre se aproximó a mi y puso mi brazo sobre su cuello, SungYeol la secundó, e hizo lo mismo con el otro, me llevaron juntos a un sillón y me recostaron.
-Una pequeña pelea, con un hombre algo robusto, quería que le devolviera algo muy importante para él-le contesté
-Ay hijo, ¿que era eso? ¿Acaso, robaste? -ella fue al refrigerador y envolvió hielo en una toalla pequeña
-podría decirse así-SungYeol se colocó a mi lado y sujetó mi mano, quitó el cabello de mi cara y me vio con tristeza
-te estuve llamando muchas veces-susurró-pero no respondías-bajó su cabeza-no quería que peleáramos, no te quería presionar
Yo no dije nada, solo lo miré. Él era alguien muy importante para mí, pero no podía dejar que su madre hiciera lo que había dicho, se veía decidida.
Cuando mi madre regreso le dio el hielo a Yeol y él me lo puso por la cara. Yo lo miré y lo miré hasta caer dormido.
Al despertar, estaba en mi habitación, me levanté y asomé para ver donde estaban los demas pero no había nadie en casa, el desayuno estaba servido y dos notas en la mesa.

He dejado tu desayuno en la mesa, deberías ducharte y descansar un poco mas.
Mamá.

La segunda era de SungYeol evidentemente.

Iré a la escuela, no hagas ninguna locura, estoy casi seguro que ayer mentiste, pero sabré la verdad.
Yeol.

Devoré el desayuno y después me bañé, era obvio que no haría caso, después de haber perdido todo el día de ayer querían que me quedara a descansar. No era para tanto, solo me habían propinado unos golpes bien merecidos. Su madre tenía razón, él no pertenecía conmigo. Él no debía descubrir la verdad, y aun mejor, no debía saberla de otra persona. Mi madre no tenía que sufrir por mis decisiones. Simplemente había sido una locura pensar que podíamos ser amigos de nuevo.


Me arreglé para la escuela, tomé mi reloj (que nunca usaba por que tenía mi celular, pero ahora que no tengo, necesitaría algo con qué guiarme),Tomé mi mochila y salí.


Llegando a la escuela lo primero que hice fue buscar a Yeollie, tendría que terminar ese asunto. Después de buscarlo cera de una hora no lo encontré. Resignado entré a mis clases y vi a HaNeul.


-Hola-la saludé apenas me senté, su cara se iluminó y al mismo tiempo parecía como si hubiera visto un fantasma.


-t-t-tu nunca me saludas primero-le eché una mirada dura, pero luego la suavicé y le sonreí. Tenía que intentarlo, olvidar a SungYeol.


-Siempre hay una primera vez-le susurré al oído, inmediatamente se ruborizó, tal vez me estaba sobrepasando.


-estas raro hoy, ¿pasó algo con SungYeol?-levanté la mirada hacia ella, no le hice caso a su pregunta, y solo comencé a copiar sus apuntes.

Come Back Again [Myungyeol] *terminado*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora